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El nacimiento de Petrocaribe es una interesante iniciativa que abre un esperanzador horizonte energético para la zona

En 15 días...

La alianza petrolera caribeña impulsada por Hugo Chávez es ya una realidad, al menos para 16 de los 18 países que han asistido a la Cumbre de Jefes de Estado convocada por el presidente venezolano. La alianza petrolera caribeña impulsada por Hugo Chávez es ya una realidad, al menos para 16 de los 18 países que han asistido a la Cumbre de Jefes de Estado convocada por el presidente venezolano. Trinidad-Tobago y Barbados se han abstenido de firmar el documento inicial, lo que no significa que no puedan decidir unirse a esta comunidad en el futuro.

Queda, en cualquier caso, mucho camino por recorrer antes de saber si aquello que ha quedado escrito en la declaración de partida tiene un desarrollo adecuado y sirve, verdaderamente, para los fines que le atribuyen sus promotores. Cierto que con este movimiento se abre un esperanzador horizonte de futuro para los países del área y que, por lo tanto, estamos hablando de una interesante iniciativa a seguir en el futuro inmediato.

Aunque también es verdad que Petrocaribe surge en un momento propicio, cuando los precios del barril de crudo en los mercados internacionales están lo suficientemente altos para que, en estos compases iniciales, Venezuela pueda cumplir sin mayores problemas lo que ha prometido.

Pero sorprende la actitud de algunos bancos de inversión estadounidenses que intentan reducir un acuerdo que puede ser fundamental para el futuro de este área a un movimiento más de la politica expansionista que Hugo Chávez quiere desarrollar en toda Latinoamérica gracias a la riqueza que le aportan los hidrocarburos. Sin pretender la plena pureza de todos y cada uno de los participantes en el lanzamiento del proyecto, parece que tampoco sus actuales críticos están precisamente tocados por la luz de la plena objetividad. No lo están, por ejemplo, los analistas de Goldman Sachs, una entidad finaciera que apuesta por un barril de petróleo a 100 dólares y cuyos amplios intereses en la negociación de futuros energéticos es bien conocida en el sector. Lástima que a algunos no les importe ser juez y parte en los procesos.

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