La jefa de la Oficina Nacional de Administración Tributaria de Cuba (ONAT), Yolanda Alvarez, ha anunciado que los más de 144.000 del país negocios privados declaron en 2016 ingresos brutos por 5.100 millones de pesos cubanos convertibles (CUC); una cifra superior en 1.275 millones a la registrada en el ejercicio fiscal anterior. La jefa de la Oficina Nacional de Administración Tributaria de Cuba (ONAT), Yolanda Alvarez, ha anunciado que los más de 144.000 del país negocios privados declaron en 2016 ingresos brutos por 5.100 millones de pesos cubanos convertibles (CUC); una cifra superior en 1.275 millones a la registrada en el ejercicio fiscal anterior, según recoge la agencia china de noticias Xinhua.
O lo que es lo mismo, un crecimiento de un 33% según destaca la publicación especializada en el mundo de los negocios en el país caribeño Cuba Standard que llama también la atención sobre el hecho de que este espectacular resultado haya llegado en un año que «oficialmente» ha sido de recisión económica.
Pero el trabajo «por cuenta propia» ha seguido siendo una de las medidas socioeconómicas impulsadas por el gobierno del presidente Raúl Castro para «actualizar» el modelo socialista cubano que al menos en este ámbito sí ha comenzado a producir resultados.
De esta forma, Cuba cerró el año 2016 con algo más de 535,000 trabajadores privados o no estatales, la mayor cifra registrada desde 2010, según datos del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social (MTSS) publicados por el semanario local Trabajadores, según recoge a su vez la Agencia EFE.
Las actividades más representadas siguen siendo, como en ejercicios anteriores, la elaboración y venta de alimentos, a la que se adscriben unas 59.700 personas; el transporte de carga y pasajeros, con 54,350; la renta de viviendas, habitaciones y espacios, con 34,000, y la figura de telecomunicaciones, que agrupa a 24.440 empleados. Además, las actividades aprobadas para el trabajo autónomo han pasado de 178 a más de 200
De acuerdo con las perspectivas de las autoridades, la cifra de trabajadores acogidos a esta modalidad continuará creciendo paulatinamente, al trasladarse a esta forma de gestión un conjunto de establecimientos gastronómicos y de servicios, con personal contratado por particulares o agrupados en cooperativas que ocupan locales arrendados por el Estado.
