Los juegos entre los cuatro equipos semifinalistas de la serie nacional del béisbol cubano acaban de comenzar y los promotores del deporte nacional prevén que con ello el entusiasmo aumente en las graderías y revertir el desinterés que cada vez más acentuadamente manifiestan los aficionados por “la pelota”, como la llaman en la Isla. Los juegos entre los cuatro equipos semifinalistas de la serie nacional del béisbol cubano acaban de comenzar y los promotores del deporte nacional prevén que con ello el entusiasmo aumente en las graderías y revertir el desinterés que cada vez más acentuadamente manifiestan los aficionados por “la pelota”, como la llaman en la Isla.
Matanzas, Granma, Ciego de Ávila y Villa Clara son los equipos que discuten el campeonato, y todos esperan que la calidad de los partidos sea superior, toda vez que esos elencos ha sido reforzados con los mejores jugadores de los planteles eliminados.
En La Habana el entusiasmo en las peñas de Radio Bemba es pobre, pues la temprana eliminación de Industriales, el elenco de la capital, provocó que los aficionados miren hacia otros deportes, en especial el fútbol, que sigue ganando adeptos gracias a la excelente programación de las ligas internacionales por la TV.
Pero siempre hay tela donde cortar, y los aficionados apuestan al vencedor, que la mayoría dan por seguro a Matanzas, avalado por una histórica racha de victorias consecutivas, aunque muchos quisieran que perdiera solo por ver derrotado a su capitán, Víctor Mesa, el hombre más polémico de la pelota cubana, calificado como “el mejor” por muchos y odiado hasta el cansancio por otros tantos.
