Nuevamente el tema de la venta de coches anda rodando por Radio bemba, donde ya nadie habla de los precios estratosféricos de los autos en la isla, ante el permanente silencio oficial sobre una medida que alborotó a medio país por considerarla, cuando menos, absurda. Nuevamente el tema de la venta de coches anda rodando por Radio bemba, donde ya nadie habla de los precios estratosféricos de los autos en la isla, ante el permanente silencio oficial sobre una medida que alborotó a medio país por considerarla, cuando menos, absurda.
Los carros en las agencias estatales siguen costando lo impensable y en el «mercado paralelo «el cuartico está igualito» como aseguran algunos, que según refieren incluso han subido los precios ante lo desproporcionado de la oferta estatal.
Ahora lo que se comenta es que «de un momento a otro» las autoridades volverán a «abrir el banderín» para permitir la importación de vehículos por aquellas personas que puedan hacerlo.
Bola al fín, cuándo y cómo nadie lo sabe, pero algunos aseguran que «comprar un carro afuera, incluso nuevo, embarcarlo hasta La Habana y pagar los impuestos de aduana va a salir más barato que comprar aquí uno de segunda mano».
Para otros sería «el colmo del despropósito» porque según razonan, si el Estado controlara el negocio, importara los autos y los vendiera a un precio razonable, obtendría suficientes ganancias hasta para mejorar las calles y el transporte público.
