El tema migratorio sigue siendo «pan caliente» en los comentarios cotidianos de muchos en La Habana, donde la frase «¿Y qué dice Trump hoy?» se ha convertido en el pie forzado para largas disquisiciones sobre la nueva condición del cubano como «un emigrante más», tras la eliminación de la polémica política de pies secos, pies mojados. El tema migratorio sigue siendo «pan caliente» en los comentarios cotidianos de muchos en La Habana, donde la frase «¿Y qué dice Trump hoy?» se ha convertido en el pie forzado para largas disquisiciones sobre la nueva condición del cubano como «un emigrante más», tras la eliminación de la polémica política de pies secos, pies mojados.
Quienes se quedaron con las ganas de emigrar con todas las garantías que les ofrecía tal política esperaban una marcha atrás a la decisión de la administración Obama, pero las noticias que llegan desde Miami multiplican los comentarios en Radio Bemba.
Ahora algunos afirman «desde la otra orilla» que no solo tendrán problemas quienes intenten llegar a «la Yuma», sino que aquellos que residen en EEUU y en su momento se acogieron a la Ley de Ajuste Cubano como refugiados o perseguidos políticos «no podrían justificar esa condición si viajan a Cuba a pasear y visitar a sus familias», como hacen cientos de miles cada año.
Muchos en La Habana le restan importancia porque «eso es una bola más de las tantas que ruedan por Miami», otros han puesto el grito en el cielo pensando en que no podrán ver durante un largo tiempo a sus parientes, mientras otros advierten que «lo que no inventa el cubano no lo inventa nadie y ya se las arreglarán para seguir viniendo».
