Las instituciones médicas de La Habana han comenzado a emitir en los últimos días una factura ‘simbólica’ en la que se especifica el coste de los servicios médicos recibidos, según recoge la web Café Fuerte. Una medida que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) cubano ha aclarado que forma parte, tan solo, de un programa de concienciación. Las instituciones médicas de La Habana han comenzado a emitir en los últimos días una factura ‘simbólica’ en la que se especifica el coste de los servicios médicos recibidos, según recoge la web Café Fuerte. Una medida que el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) cubano ha aclarado que forma parte, tan solo, de una campaña de concienciación.
Ésta se desarrolla en todo el país y, según las declaraciones oficiales, su objetivo es el de hacer conscientes a pacientes e instituciones del sector médico del valor de los servicios recibidos. Por ello, desde hace semanas, se han colocado también pancartas en los centros médicos con el eslogan ?Tu servicio de salud es gratuito? pero cuesta?.
Esta medida, no obstante, ha despertado suspicacias entre la población del país caribeño que teme que fuese un ‘globo sonda’ con el que medir la perspectiva de comenzar a cobrar por estos servicios. Una posibilidad que ya sido desmentida: ?No es la intención que se vayan a cobrar los servicio», declaró Miosotis Moreno, director de Economía y Planificación del MINSAP.
Asimismo, en un reportaje emitido el pasado jueves por la Televisión Cubana, Moreno aclaró que dicha posibilidad «nunca está pensado en el Ministerio de Salud Pública ni por la dirección del país». Del mismo modo, que en referencia a las reformas económicas de los últimos años, las autoridades cubanas han repetido en múltiples ocasiones que, en ningún caso, afectarán a campos como Sanidad y Educación.
Medidas similares a esta fueron introducidas España, por ejemplo en 2011, en la Comunidad de Madrid, cuando el Hospital La Paz comenzó a emitir las conocidas como ‘facturas en la sombra’. En aquel caso, también fueron criticadas porque en opinión de algunos sectores suponían la antesala del copago sanitario.
Otras críticas hicieron referencia a su escasa efectividad, dado que no depende del paciente enfermar o no; al riesgo de aumentar los costes del sistema al generar reticencias en los ciudadanos a acudir al médico en primaria instancia; o por transformar el sistema de rendición de cuentas entre Gobierno y ciudadano en gratitud de este último a aquel por el servicio prestado.
