Sonny Perdue, nominado como Secretario de Agricultura por el presdiente estadounidense, Donald Trump, se ha desmarcado con un par de declaraciones respecto a Cuba que podrían resultar soprendentes para quien no haya estado siguiendo de cerca las noticias sobre la relación entre los dos países bajo el nuevo Gobierno de EE.UU. Quizá porque las prioridades de la Administración Trump están siendo otras o quizá porque esas mismas prioridades han provocado que México considere desplazar las importacione de maíz y soja de EE.UU. a otros países, causando un daño significativo en las cifras de negocio de los granjeros estadounidense; Sonny Perdue, nominado como Secretario de Agricultura por el neoyorquino, se ha desmarcado con un par de declaraciones sorprendentes respecto a Cuba.
Al menos soprendentes para quien no haya estado siguiendo de cerca las noticias sobre la relación entre los dos países bajo el nuevo Gobierno de EE.UU. del que ya existían señales de que pese a sus declaraciones bravuconas, a la hora de la verdad, ha estado manteniendo un perfil bajo con la Isla. Es decir, sin poner inconvenientes a que ‘el deshielo’ siguiese avanzando entre los dos países.
Lo que quizá sí que no se esperaba era que esta línea pragmática del Gobierno Trump respecto al regimen de la Isla de la nueva Administración estadounidense iba a quedar tan clara como la ha dejado las declaracioens de Perdue en su audiencia de conformación ante el Comité de Agricultura, Nutrición y Silvicultura del Senado, quien probablemente ratifique su nombramiento la próxima semana.
De esta forma, en un intercambio con el senador republicano de Arkansas John Boozman, Perdue apostó por conceder a Cuba una de las viejas reivindicaciones de sus autoridades: la posibilidad de ponder comprar a crédito productos agrícolas.
El que fue gobernador de Georgia entre 2003 y 2011 reconoció: «Participé al frente de una delegación de Georgia a Cuba como gobernador en 2010 y encontré entonces que gran parte del problema con respecto a la demanda era la capacidad de pago y las restricciones de financiación establecidas por las leyes estadounidenses?.
Y aún más a las claras señaló al respecto que «el Congreso nos tiene que ayudar a resolver algunos asuntos financieros en este tema»; una referencia al proyecto legislativo que supone la Ley de Exportaciones Agrícolas de Cuba, que eliminaría las restricciones para ofrecer crédito a la exportación de productos agrícolas a Cuba.
De confirmarse este movimiento, haría también las delicias de uno de los graneros de voto republicanos: los agricultores de la costa del golfo de México, del Sureste y del Medio Oeste estadounidense a los que también hizo referencia en su intervención.
