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El FT se preocupa por la ‘ausencia’ de Marino Murillo

Ya se sabe que en aquellos regimes que no se caracterizan precisamente por tener en la transparencia la mayor de sus virtudes, servicios de inteligencia y medios de información tienden a recurrir al análisis de los signos externos que pueden observarse para interpretar qué está ocurriendo realmente. Ya se sabe que en aquellos regimes que no se caracterizan precisamente por tener en la transparencia la mayor de sus virtudes, servicios de inteligencia y medios de información tienden a recurrir al análisis de los signos externos que pueden observarse para interpretar qué está ocurriendo realmente. Algo que en la época de la URSS se conocía como ‘Kremlinología’.

Y algo similar a lo que, el medio de anális finaciero de referencia de la ‘City’ londinense, el Financial Times (FT) acaba de realizar con Cuba a través del análisis de las apariciones de sus principales protagonistas. Precisamente cuando Cuba está en un punto de inflexión ante la prevista reitrada de Raúl Castro de la Presidencia en el próximo año que se une a la llegada de Trump a la Casa Blanca y a la cada mayor crisis de Venezuela que ha tenido que recortar drásticamente su ayuda.

Una coyuntura ante la cual las autoridades de La Habana parecen haber respondido poniendo en pausa el proceso de reformas. O al menos esa es la interpretación del diario británico que se acoge para respaldarlo a la desparación de Marino Murillo, el principal defensor de la ‘apertura’ económica al que ‘no se ha oído en público en casi un año’.

Una desaparición que el FT vincula a medidas tomadas en los últimos meses como la reintroducción del control de precios en sectores como la agricultura o el transporte y que contrasta con la de los últimos años en los que la prominencia del conocido como ‘zar de las reformas’ fue una constante.

De fondo, el diario británico señala que existe un malestar porque las reformas no han ido lo suficientemente lejos para que se traduzcan en un incremento sustancial del crecimiento económico, mientras que sí lo han hecho como para incrementar la desigualdad y el coste de la vida. Y ello implica un temor de las autoridades de la Isla a que el malestar político y social sea superior al beneficio económico, por lo que con esta pausa, que no obstante, el propio FT apunta que sería tan solo parcial, buscarían recuperar un cierto control sobre el proceso de sucesión.

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