Aunque las obras de restauración del Capitolio de La Habana aun continúan ya buena parte de sus oficinas y dependencias se encuentra en funcionamiento, con un activo entra y sale de empleados y funcionarios del gobierno, pues tras varias postergaciones finalmente la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) ha ocupado sus predios. Aunque las obras de restauración del Capitolio de La Habana aun continúan ya buena parte de sus oficinas y dependencias se encuentra en funcionamiento, con un activo entra y sale de empleados y funcionarios del gobierno, pues tras varias postergaciones finalmente la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) ha ocupado sus predios.
En realidad el retorno del gobierno al Capitolio, inaugurado a principios de la década de 1930 precisamente con ese propósito, se ha hecho «sin mucho bombo» y todavía en Radio Bemba son bastantes los que ignoran que «la Asamblea Nacional ya está allí».
Muchos solo se percatan de ello cuando ven por la televisión al presidente del parlamento recibir a alguna delegación importante en «unos salones con mucho brillo y con muebles muy antiguos» como aseguran extrañados.
Sin embargo, todo indica que las plenarias de la Asamblea seguirán celebrándose en el Palacio de Convenciones, pues en los dos hemiciclos del Capitolio, diseñados originalmente para determinada cantidad de congresistas, no hay espacio para los muchos diputados de la actualidad, y por eso hay quienes dicen que «son demasiados y no vendría mal hacer algún recorte».
