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La línea dura del exilio cubano comienza a pivotar su postura

Se empiezan a producir movimientos en el panorama politico estadounidense tras la llegada de Trump a la Presidencia. Así, el congresista cubano americano Carlos Curbelo ha manifestado su apoyo al proyecto de Ley del legislador republicano de Arkanzas Rick Crawford quien propone un impuesto del 2% a las ventas de productos agrícolas a Cuba. Se empiezan a producir movimientos en el panorama politico estadounidense tras la llegada de Trump a la Presidencia. Así, el congresista cubano americano Carlos Curbelo ha manifestado su apoyo al proyecto de Ley del legislador republicano de Arkanzas Rick Crawford quien propone un impuesto del 2% a las ventas de productos agrícolas a Cuba.

Un cambio muy significativo ya que Curbelo hasta ahora, se oponía a todo tipo de negociación o entendimiento con las autoridades de la Isla. Por tanto, también lo hacía a las ventas agrícolas a la Isla. Sin embargo, los vínculos económicos y ventajadas aparejadas al ‘deshielo’ parecen empezar a ser lo suficientemente importantes para cambiar las posiciones aparentemente más duras.

Aunque Curbelo haya señalado que el verdadero motivo de su cambio de opinión sea que ve una posible vía, a través de ese impuesto, para compensar a los miles de cubano americanos que fueron víctimas de las expropiaciones en Cuba; el nuevo proyecto de Ley es, en esencia, el mismo que durante años ha sido puesto a consideración en el Congreso.

Se trata, por tanto, de un cambio más cosmético que sustancial que puede servir para ofrecer la excusa que los representantes legislativos de la línea dura como el propio Curbelo o Díaz-Balart necesitan para poder pivotar en su posición. Y, en cierta forma, podría ser también una avanzadilla de lo que se espera que haga Trump en unos días.

Así, según una información del diario conservador The Daily Caller que habría sido confirmada por John Kavulich, presidente del Consejo Económico y Comercial Cuba-EEUU, el presidente hará un inminente anuncio de giro en la política de Washington hacia Cuba que sería fruto de los esfuerzos del senador republicano Marco Rubio, el senador demócrata Bob Menendez, y del propio Mario Díaz-Balart.

Pero la mayoría de analistas coinciden en que incluso si se confirmase dicho anuncio, se tratarían de medidas moderadas que no tendrían efectos significativos sobre los viajes y las operaciones comerciales en marcha. Es decir, algo similar a lo que ha sucedido con Curbelo y que da también una luz de esperanza a quienes desde hace más de 50 años, buscan que se les compensen económicamente; uno de los puntos más encayados durante las negociaciones con el presidente Obama.

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