En las calles de La Habana no pocos están expectantes ante la pronta reaparición de los coches Lada, tras conocerse la firma de un acuerdo entre el gobierno cubano y la empresa rusa AvtoVaz, para la adquisición de automóviles para el servicio de taxis. En las calles de La Habana no pocos están expectantes ante la pronta reaparición de los coches Lada, tras conocerse la firma de un acuerdo entre el gobierno cubano y la empresa rusa AvtoVaz, para la adquisición de automóviles para el servicio de taxis.
Muchos aseguran que «es la mejor inversión que se podía hacer» y para tal consideración se remiten a que todavía ruedan en el país muchos Lada 1450, 1600 y 2101, que a diferencia de otros autos que han durado solo pocos años, han salido airosos de las calles llenas de baches y de la falta de repuestos de todo tipo que sobrevino con la crisis económica que se destapó en 1992 y cuyos efectos aún perduran.
Además está la curiosidad por conocer cuánto han cambiado los Lada desde aquellos años, pues se dice que el escogido es el novedoso modelo Vesta, cuya fabricación comenzó a finales de 2015 con el aporte de tecnología de Renault y Nissan, y que ha tenido una favorable acogida en Europa.
No se ha dicho si el Vesta estará también a la venta para los cubanos, y aunque es un coche barato, no son pocos los que aseguran que, con los precios estratosféricos que tienen los automóviles en Cuba, si sale al mercado en la isla posiblemente «cueste más que un Ferrari».
