Dos sitios muy frecuentados por los habaneros en la década de 1960, pero que habían caído en el olvido por el deterioro de sus instalaciones, fueron reabiertos al público en esta etapa final de las vacaciones luego de una millonaria restauración, lo cual ha sido recibido con agrado en Radio bemba. Dos sitios muy frecuentados por los habaneros en la década de 1960, pero que habían caído en el olvido por el deterioro de sus instalaciones, fueron reabiertos al público en esta etapa final de las vacaciones luego de una millonaria restauración, lo cual ha sido recibido con agrado en Radio bemba.
Se trata del lujoso restaurante Las Ruinas, que a finales de los 60 se convirtió lo máximo de la alta cocina en La Habana además de ostentar una atractiva construcción de modernas líneas sobre las ruinas de una casona colonial de las afueras de la capital y cuya reconstrucción costo la friolera de 17 millones de pesos.
El otro es Rio Cristal, un parque de exuberante vegetación tropical que en sus buenos tiempos atraía a toda la familia y que ahora dispone de 15 unidades recreativas, desde sala de juegos electrónicos y parque infantil hasta una gran piscina para 150 personas y varios restaurantes y parrilladas.
Las autoridades se ufanan de que ambas obras fueron financiadas con el aporte de las empresas de sus respectivos municipios con el 1% de sus presupuestos y tanto las altas personalidades que acudieron a la reinauguración como el ciudadano de a pie insisten en que todo está muy bien, pero que ?lo importante es que se mantengan?.
