Las autoridades cubanas andan a la búsqueda de todas las alternativas posibles para combatir la sequía, que aunque ha amainado, se mantiene, y que con los efectos del cambio climático cada vez más evidentes puede ir a peor en los próximos años. Las autoridades cubanas andan a la búsqueda de todas las alternativas posibles para combatir la sequía, que aunque ha amainado, se mantiene, y que con los efectos del cambio climático cada vez más evidentes puede ir a peor en los próximos años.
Para ello construyen plantas potabilizadoras de agua de mar, adelantan un millonario programa para la recuperación de embalses y canales, así como para mejorar las conductoras de abastecimiento a la población, y ahora al parecer le ha tocado el turno a la ?siembra de nubes? con ayuda internacional.
Así, Rusia enviará a la isla un avión Yak-42D para generar nubes por medio de reactivos químicos que provocan precipitaciones, y que sobrevolará la isla durante octubre y noviembre ?meses secos- para incrementar de modo artificial las lluvias en 80 litros por hora, según han informado especialistas.
A nivel de calle algunos se preguntan si ese trabajo, que costará cerca de 2,000.000 de dólares, dará resultados, y otros temen que las lluvias que genere el laboratorio aéreo puedan ser más de lo necesario, aunque muchos afirman que para mitigar la sequía, la más violenta de los últimos 115 años, cualquier iniciativa vale la pena porque ?aseguran- es preferible más agua de la cuenta, que carecer de ella.
