Las relaciones entre Cuba y EEUU parecen pender de un hilo tras las recientes declaraciones del secretario de Estado, Rex Tillerson, de que ?tienen bajo evaluación? un posible cierre de la embajada de su país en La Habana, a causa, según Washington, de extraños sucesos que causaron afecciones a funcionarios de esa sede y a sus familiares. Las relaciones entre Cuba y EEUU parecen pender de un hilo tras las recientes declaraciones del secretario de Estado, Rex Tillerson, de que ?tienen bajo evaluación? un posible cierre de la embajada de su país en La Habana, a causa, según Washington, de extraños sucesos que causaron afecciones a funcionarios de esa sede y a sus familiares.
A estos oscuros y aun no esclarecidos hechos se suman las agresivas declaraciones con respecto a la isla del presidente Donald Trump ante la Asamblea General de la ONU, que fueron consideradas por La Habana como ?insólitas? e ?inaceptables?.
A nivel de calle algunos se preguntan si se romperán o no las relaciones entre ambos países y se lamentan de una vuelta atrás que eche por tierra los discretos avances logrados desde diciembre de 2014, mientras otros consideran que el retroceso no se notaría mucho porque el embargo-bloqueo sigue ahí, y afirman con una frase populachera que ?para la leche que da la vaca, que se la tome el ternero??.
Otros opinan que a los políticos se les adelantó el huracán Irma, pues la embajada de EEUU permanecerá cerrada al menos hasta finales de septiembre, pues por estar ubicada en el malecón habanero, el edificio sufrió severos daños a consecuencia de los embates de las enormes olas provocadas por el meteoro.
