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Los muy devastadores efectos que ha tenido el huracán Dennis en la Isla devuelven problemas que existían ya

En 15 días...

Este año, como ha reconocido el presidente cubano, Fidel Castro, la temporada de ciclones ha empezado un poco antes de lo habitual y se espera que, como siempre, dure por lo menos hasta el mes de noviembre. Este año, como ha reconocido el presidente cubano, Fidel Castro, la temporada de ciclones ha empezado un poco antes de lo habitual y se espera que, como siempre, dure por lo menos hasta el mes de noviembre.

A diferencia de otras veces, el Gobierno ha reforzado la cobertura oficial de la útlima catástrofe climática, el huracán Dennis, y el propio mandatario se ha puesto al frente del puesto de mando del seguimiento informativo y se ha convertido frente a los ciudadanos en el narrador de los acontecimientos. Incluso se ha ocupado en persona de facilitar, con todo lujo de detalles, el parte de los daños que incluye 16 víctimas mortales y cuantiosos daños económicos que, según la versión oficial, harán necesarios los ingresos completos aportados por el turismo de un año para que la recuperación pueda ser efectiva.

Además, podría haber otros efectos colaterales como subidas en los precios de los alimentos, por ejemplo, o más retrasos en el restablecimiento del suministro habitual de energía eléctrica o demoras para que el plan de choque puesto en marcha para la rehabilitación de los transportes, lanzado a principios de este año, empiece a tener éxito apreciable.

La magnitud de la devastación provocada por el huracán está fuera de toda duda, pero quizá muchas de las consecuencias que puede llegar a tener, liquidación definitiva del sector azucarero incluida, no estén tan directamente relacionados con ella como podría parecer a simple vista. Quizá ahora muchas cosas estén peor de lo que estaban, pero los defectos habían aparecido mucho antes.

En ese contexto resulta cuando menos peculiar que el presidente cubano rechacé la ayuda europea, manteniendo su discurso reciente de que Washington y Bruselas son la misma cosa y que, además, se permita ofrecer la experiencia de sus asesores a Europa para que enseñen al Viejo Continente a ahorrar energía.

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