La noticia del inicio de la edificación de una fábrica de pañales desechables en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel ha despertado las esperanzas tanto de jóvenes madres como de personas de la tercera edad de que relativamente pronto se resuelva un asunto tan elemental como necesario: la presencia estable del producto en el mercado nacional.
La noticia del inicio de la edificación de una fábrica de pañales desechables en la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) ha despertado las esperanzas tanto de jóvenes madres como de personas de la tercera edad de que relativamente pronto se resuelva un asunto tan elemental como necesario: la presencia estable del producto en el mercado nacional.
Se trata de Arthis, una empresa mixta cubano-italiana, que con tecnología de primer nivel, según sus directivos, comenzará la producción en 2019 de cuatro tallas de pañales infantiles y tres para adultos así como rellenos para su reutilización y a precios asequibles para los consumidores.
En la isla no se producen pañales desechables (culeros les llaman los cubanos) y los que existen en el mercado, sin una presencia estable, son todos de importación y muy caros para el consumidor promedio. Esa situación crea no pocos problemas en la vida cotidiana de familias que cuentan con niños o adultos con incontinencia.
Además de cubrir una necesidad, algunos aprecian esta noticia también como un paso concreto de las medidas que se requieren para estimular la natalidad en un país con una de las tasas más bajas del hemisferio, y atender al mismo tiempo las necesidades de una población cada vez más avejentada.
