En su jerga el cubano apela a una frase, que nadie sabe a ciencia cierta cuál es su origen, pero a la que todos apelan cuando se refieren a algo que rechazan con fuerza o que no desean de ninguna forma: ¡Los fósforos!
En su jerga el cubano apela a una frase, que nadie sabe a ciencia cierta cuál es su origen, pero a la que todos apelan cuando se refieren a algo que rechazan con fuerza o que no desean de ninguna forma: ¡Los fósforos!
Y ahora muchos la emplean en Radio bemba pare referirse, precisamente, a los fósforos de producción nacional, cuya calidad, de mal en peor, ha sido blanco de numerosas quejas, hasta en la prensa.
Los fósforos o cerillas se venden por la libreta de abastecimientos, a una cajita por persona mensualmente, por solo 0,05 pesos cubanos (un CUC equivale a 25,00 pesos), y por la libre a 1,00 peso, pero unas y otras son las mismas y su mala calidad, idéntica, y los clientes se quejan de que no encienden, que cuando lo hacen ?salta la cabecita? y que incluso sus envases con frecuencia están medio vacios.
Según los responsables de su fabricación, ello se debe a la obsolescencia total de las fábricas, a la carencia de materias primas adecuadas e incluso a indisciplinas de quienes los producen, pero eso al parecer no es nuevo, pues en Radio bemba muchos recuerdan una frase famosa del Che Guevara, cuando a principio de los 60 dijo, refiriéndose precisamente a la producción de fósforos, que ?la calidad es el respeto al pueblo?.
