El congresista estadounidense Mario Díaz-Balart, considerado una de las principales figuras de la línea dura del exilio cubano, ha anunciado a través de unas declaraciones a ‘Radio Martí’ que en los próximos meses se verán «más medidas de la administración Trump para presionar al régimen cubano»; lo que supondría un nuevo retroceso en el ‘deshielo’ entre los dos países.
El congresista estadounidense Mario Díaz-Balart, considerado una de las principales figuras de la línea dura del exilio cubano, ha anunciado a través de unas declaraciones a ‘Radio Martí’ que en los próximos meses se verán «más medidas de la administración Trump para presionar al régimen cubano»; lo que supondría un nuevo retroceso en el ‘deshielo’ entre los dos países.
«Lo que yo creo que sí vamos a ver son más medidas de parte de la administración del presidente (Donald) Trump para presionar aún más al régimen. Yo creo que eso viene dentro de pocos meses», señaló el congresista con motivo de la celebración de un evento azucarero que ha tenido lugar este fin de semana en Clewiston, al norte de Miami.
Algo que Díaz-Balart parece alentar, pese a reconocer que la actual situación tiene consecuencias tan graves para la población a la que supuestamente representa como, por ejemplo, en los procesos de reunificación familiar, que se han visto gravemente afectados desde que Trump retiró al 60% del personal de su embajada en La Habana y suspendiera la tramitación de visas de forma indefinida.
Así, los trámites y entrevistas para la reunificación familiar ahora deben hacerse a través de la embajada de EE.UU. en Colombia y solo para quienes ya estaban en proceso; pero el congresista señaló que, en su opinión, «se hace difícil» mantener las normales relaciones diplomáticas «cuando el régimen de (Raúl) Castro no les provee (a los diplomáticos estadounidenses) la seguridad necesaria y los ataca y los agrede físicamente».
Una referencia a los presuntos ataques acústicos sufridos por los representantes de EE.UU. en la Isla. Sin embargo, todo apunta a que los verdaderos motivos de Díaz-Balart para alentar este tipo de movimientos por parte del presidente estadounidense tienen más que ver con su histórica hostilidad hacia las autoridades de la Isla.
Ya la semana pasada el sector del exilio cubano que él representa encabezó las demandas que solicitan a Trump que desconozca al sucesor de Raúl Castro que surgirá del proceso de transición de poder que se desarrolla en estos momentos en el país caribeño. Una demanda que podría encontrar un mejor acomodo en la Secretaría de Estado estadounidense tras la salida de Rex Tillerson, considerado un moderado respecto a su sucesor, Mike Pompeo, hasta ahora director de la CIA.
