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Cuba quiere llegar sin sobresaltos al congreso del Partido Comunista de abril

En 15 días...

La Asamblea Nacional del Poder Popular celebrará el próximo 15 de diciembre la segunda y última sesión ordinaria del presente año. La Asamblea Nacional del Poder Popular celebrará el próximo 15 de diciembre la segunda y última sesión ordinaria del presente año. La convocatoria oficial, hecha pública el pasado día 20, apenas ha tenido repercusión ni en los medios cubanos ni en la prensa internacional. Esta situación, en sí, no es ninguna novedad, puesto que para la mayoría, incluidos los comentaristas de Radio Bemba (nombre con el que se conoce en Cuba a la circulación de los rumores callejeros) ese ‘trasunto‘ de Parlamento siempre ha sido una institución casi inútil por la falta de incidencia de lo que allí se discute en la vida cotidiana y su nula influencia en las leyes del país.

Pero, en esta ocasión la intrascendencia de esa reunión aún es mayor si cabe, porque la agenda política está marcada sobre todo por el VI Congreso del Partido Comunista que tiene que celebrarse el próximo mes de abril. Mientras que se acerca esa fecha, todo lo que se anuncie no será nada más que una sucesión de fuegos artificiales para mantener así la atención de la concurrencia. Lo cierto es que ese supuesto giro de 180 grados que se abordará, supuestamente, la próxima primavera en el cónclave comunista, destinado a sancionar el inicio del fin del castrismo, sólo puede completarse con la presencia de los dos hermanos Castro sobre el escenario. Así Raúl figura como jefe del Gobierno y este compañero Fidel actúa como comentarista internacional de altos vuelos.

Y, mientras los planes se ejecutan, se busca tranquilizar al máximo la situación tanto en lo interno como en los externo. De ahí que, según opinan algunos diplomáticos que realizan su trabajo en La Habana, se realicen anuncios relacionados con la lenta cancelación de las deudas pendientes con empresas proveedoras, sobre todo de la Unión Europea, a las que se les abonan, aunque sea con lentitud exasperante, algunas facturas de las muchas que siguen pendientes. Todo eso por conseguir la calma necesaria y llegar al congreso de abril sin demasiados ruidos. Ni en casa, ni fuera de ella.

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