Uno por dos, sí pero no

En medio de acontecimientos históricos, como lo es el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, anunciado al unísono por Barack Obama y Raúl Castro inmediatamente después de informar la liberación del contratista Allan Gros, preso en Cuba, y de tres agente de la Seguridad cubana encarcelados en Estados Unidos desde hace más de 15 años, pasaron «por debajo de la manga» algunas noticias también importantes, al menos para una parte de los cubanos. En medio de acontecimientos históricos, como lo es el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, anunciado al unísono por Barack Obama y Raúl Castro inmediatamente después de informar la liberación del contratista Allan Gros, preso en Cuba, y de tres agente de la Seguridad cubana encarcelados en Estados Unidos desde hace más de 15 años, pasaron «por debajo de la manga» algunas noticias también importantes, al menos para una parte de los cubanos.

Una de ellas fue la puesta en vigor de nuevas regulaciones para el pago a los trabajadores vinculados a empresas extranjeras, quienes, según resolución del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social publicada en la Gaceta Oficial, recibirán su salario en pesos cubanos (CUP) al cambio de dos por cada peso convertible (CUC). Esto conllevará un incremento sustancial en los salarios de los empleados en firmas de capital extranjero o empresas mixtas, quienes verán duplicados automáticamente sus ingresos, pues hasta ahora tal cambio era de uno a uno. A medida en que la gente fue volviendo a la normalidad después de acontecimientos tan trascendentales y comenzaron a sacar cuentas, muchos se han sentido satisfechos, como Marité, una calificada ingeniera industrial que labora en una compañía con capital canadiense: «Quizá no me alcance para darme la gran vida, pero la mejoría la voy a sentir ampliamente». Y tras leer detenidamente lo anunciado en la prensa y la resolución de la Gaceta, advierte como un detalle a no perder de vista, que el pago se acordará con los empleadores teniendo en cuenta los salarios establecidos para cargos similares en la región, la escala salarial del país y las retribuciones adicionales que le correspondan por ley al empleado, mucho más que hasta el otro día, cuando se determinaba solo teniendo como referencia las escalas salariales aprobadas en la isla. Otros, en cambio, se afilaban los dientes apuntando más arriba y por ello no acogieron la medida con igual entusiasmo. «Yo me había hecho a la idea de que la cosa iba a ser de uno por diez, como se anunció para los que trabajarán en las empresas de la zona especial del Mariel», explicó sin medias tintas Tony, informático en una empresa mixta con capital Italiano. «Que va socio, eso a mí me parecía demasiado para beneficiar a tanta gente, más si se espera que las inversiones extranjeras aumenten en el país y que muchos más empleados trabajen en esas empresas», le aclaró uno de sus colegas, para quien, de todas formas, «algo es algo». Pero a pesar de la insatisfacción ambos sacan la cuenta de que a partir de este año sus salarios se montarán en más de 1,200.00 CUP, «libres de polvo y paja», sin contar lo que les cae «por debajo de la mesa».

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