Cuba impondrá límites a los movimientos en efectivo de las empresas extranjeras

El Gobierno cubano ha decidido hacer algunos cambios en la regulación bancaria del país. El Gobierno cubano ha decidido hacer algunos cambios en la regulación bancaria del país. Se rumorea incluso que Cuba impondrá límites a partir de mayo a los movimientos en efectivo que las empresas extranjeras pueden hacer en sus propias cuentas en la Isla. El objetivo de la nueva normativa sería evitar sospechas de lavado de dinero y otras operaciones que conlleven el uso indebido de los servicios bancarios del país. De hecho, las entidades financieras podrán congelar cuentas o suspender chequeras si así lo consideran oportuno. Muchos observadores se sorprendieron la pasada semana no sólo de esta noticia, sino de que fuese precisamente el diario El Nuevo Herald, conocido por su clara linea editorial anticastrista, el que ofreciese esta exclusiva con fuentes del Banco Central de Cuba. Pero lejos de esta sorpresa porque autoridades cubanas hablasen con el diario de Miami, todo parece indicar que el organismo monetario sabe medir muy bien sus pasos. Y más vale hablar con un periodista del exterior para dejar bien claro que, a pesar de las medidas anunciadas por Obama para suavizar el embargo a los viajes y al envío de remesas, las autoridades estarán muy pendientes de las “irregularidades” que pudieran derivarse de un crecimiento imparable del envío de dinero de los cubanoamericanos a la Isla.

Ya ha pasado un tiempo desde que Barack Obama llegó a la Casa Blanca, y, de momento, las expectativas de cambio hacia la Isla parecen quedar diluidas debido al complejo laberinto legislativo por el que deben atravesar estas propuestas en EEUU. Sin embargo, y a pesar de la fuerte oposición que existe en estados como Florida a las nuevas relaciones que parece querer impulsar la nueva Administración, los aires de cambio se palpan en el ambiente. Sólo hay que echar un vistazo a estas nuevas relaciones entre la prensa de Miami y las administraciones cubanas para darse cuenta de ello. Aunque todo sea por dejar bien claro con quién debe negociar Obama.

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