Centro de detención de Guantánamo
«Es trágico que 21 años después de la apertura de un centro de detención en alta mar diseñado específicamente para evadir el Estado de derecho, el gobierno de Estados Unidos siga reteniendo a 35 hombres en el campo de detención de la Bahía de Guantánamo. Guantánamo sigue siendo una mancha imborrable en la historia de los Estados Unidos. Más de dos décadas después de su apertura, el presidente Biden debe finalmente cerrar este capítulo y asegurarse de que nunca se repita», dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional en un comunicado.
Guevara-Rosas enfatizó que la mayoría de los presos de Guantánamo nunca han sido acusados.
«Ninguno ha tenido un juicio justo. Muchos de los detenidos fueron torturados», dijo.
Agregó que «las comisiones militares creadas para juzgar a algunos de los detenidos han demostrado ser ineficaces e injustas, negando a los acusados un árbitro imparcial y el acceso a pruebas críticas. Esto también ha negado a las víctimas de los ataques del 11 de septiembre su derecho a la justicia».
La administración Biden debe transferir a todos los detenidos restantes sin cargos a países donde estarán seguros y se respetarán sus derechos humanos, agregó.
El centro de detención de la Bahía de Guantánamo se inauguró el 11 de enero de 2002 para albergar a los reclusos de la «guerra contra el terror» que impulsó Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En 2009, el entonces presidente Barack Obama (2009-2017) firmó una orden ejecutiva para cerrar la prisión, pero el Congreso se negó a financiar su clausura.
El sucesor de Obama, Donald Trump (2017-2021), suspendió esa orden ejecutiva, aunque no se trasladaron nuevos presos a Guantánamo.
La administración de Biden también se comprometió a cerrar el centro de detención, pero no ha fijado una fecha límite.
En diciembre, Biden, después de firmar la Ley de Autorización de la Defensa Nacional de 2023, dijo que le preocupan algunas de sus disposiciones, incluida la prohibición del uso de fondos del Departamento de Defensa para trasladar prisioneros fuera de la Bahía de Guantánamo.
Estas disposiciones perjudican indebidamente la capacidad del gobierno para determinar cuándo y dónde enjuiciar a los detenidos en la Bahía de Guantánamo y dónde enviarlos una vez que sean liberados, explicó Biden.
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