Entonces, esos inmuebles requieren de vigilancia, de cuidado porque si hay alguien atento a que los inquilinos están ausentes, es el propio ladrón. Ya hay casos que por llevarse lo que sea menester han cargado con pesados electrodomésticos, par de bolsas de pollo y una botella de aceite. Pollo frito y a disfrutar del Tres en uno. En el robo a una conocida, desapareció hasta un pedazo de carne de cerdo reservado para la despedida de este 2022.
Mucho ojo y protección, que si hasta un perro ayuda, pues mucho mejor. Un negocio que tal parece se aviene a una peculiar y socorrida frase callejera a modo de trato entre caballeros: yo te ayudo; tú me ayudas.