El déficit cubano obligará a Raúl Castro a reducir el gasto público

Raúl Castro se enfrenta a un año más que complicado en materia macroeconómica. Raúl Castro se enfrenta a un año más que complicado en materia macroeconómica. Uno de los aspectos que más deberían preocupar al mandatario es el enorme déficit presupuestario que asola a las arcas públicas de la Isla, el más elevado de los últimos 13 años. En concreto, el déficit comercial se disparó cerca de un 70% en 2008, y aunque de cara a la población el Gobierno intenta apoyarse en aspectos como los ingresos por turismo, de los que por cierto, aún se desconocen cifras oficiales, todo el mundo sabe que esto no es suficiente para contrarrestar los gastos en compra de alimentos y petróleo. Ante esta situación económica, muchos auguran ya que este año habrá un drástico recorte en el gasto público que hasta ahora se había destinado a infraestructuras e inversión productiva. No hay que olvidar que cuando se habla de gasto público en Cuba, también ocupa un lugar preferente los subsidios del Gobierno a la sanidad o incluso la canasta básica de alimentos. Pero el futuro de la Isla aún es una incógnita, o por lo menos seguirá siéndolo hasta finales de año con la celebración del VI Congreso del Partido Comunista Cubano, que ya acumula un retraso de seis años. El debate sigue abierto entre los ciudadanos de la Isla, que desde 2007 asisten a reuniones y asambleas de sindicatos para exponer su visión de la realidad del país. Sin embargo, aún se desconocen los resultados de esta iniciativa alentada por el propio Raúl Castro.

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