Entornos económicos cercanos a Raúl Castro manifiestan la buena disposición de Cuba

Las finanzas tienen que arreglarse primero. Al final, cuando ha pasado más de un mes desde la fecha histórica en que Cuba y EEUU cambiaron su relación bilateral y enterraron el hacha de guerra que habían mantenido levantado durante 50 años, las expectativas despertadas por ese proceso sigue siendo eso, expectativas. Las finanzas tienen que arreglarse primero. Al final, cuando ha pasado más de un mes desde la fecha histórica en que Cuba y EEUU cambiaron su relación bilateral y enterraron el hacha de guerra que habían mantenido levantado durante 50 años, las expectativas despertadas por ese proceso sigue siendo eso, expectativas.

Para que el panorama se aclare definitivamente hace falta en primer lugar que, de modo efectivo, Washington saque a Cuba de la lista de estados ‘patrocinadores‘ del terrorismo. Sin esa circunstancia y tras las fuertes sanciones aplicadas a unos cuantos bancos por hacer negocios con las naciones incluidas en esta relación, no hay entidad financiera internacional que se atreva a darle crédito a la Isla. Pero esa circunstancia cambiará, en cuanto, la administración Obama cumpla su palabra y saque al país Gobernado por Raúl Castro de ese registro. De hecho, esa fue la primera petición reiterada por los negociadores cubanos en la también histórica ronda que se ha celebrado hace muy poco en la capital cubana. Así que, finalmente no era cierto que el presidente de EEUU hubiera hecho demasiadas concesiones unilaterales a cambio de nada. De momento, desde algunos entornos económicos cercanos al mandatario cubano, como ese ‘think tank‘ pro-capitalista que Juan Triana dirige en la Universidad de La Habana ya se lanzan guiños, o globos sonda, hacia los hombres de Obama, manifestando la buena disposición de Cuba a recibir la ‘ayuda‘ de esos temibles organismos prestamistas multilaterales que son el Banco Mundial y el FMI. Siempre que se ‘desatasquen‘ los problemas que afectan al crédito, claro. Quedan otras cosas por determinar también, pequeños flecos de importancia menor, al menos en teoría que, sin embargo, pueden retrasar el desmantelamiento total del embargo. Por ejemplo, la negociación de las esperadas compensaciones a los tenedores de deuda y a los poseedores de los derechos derivados de las reclamaciones que ampara la Ley Helms-Burton. Pero todo se andará, por supuesto. Toca darle tiempo al tiempo y esperar y ver.

Acceda a la versión completa del contenido