Juan Carlos ALFONSO Presidente del Grupo Gubenamental para el Estudio de la Población Cubano de Inmunología Molecular

En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el presidente del Grupo Gubernamental para el Estudio del Envejecimiento de la Población, Juan Carlos Alfonso, ha asegurado que el cambio en los patrones de reproducción que se ha producido en la Isla en los últimos años marca un fuerte descenso de la natalidad y una clara tendencia al envejecimiento de la población. Una situación, no del todo deseable, que sería producto a la vez de la mejora en la educación de la mujer y su incorporación al mundo del trabajo y, también, de unas condiciones económicas generales que resultan demasiado propicias para que los cubanos medios piensen en tener hijos. En declaraciones a la agencia Prensa Latina, el presidente del Grupo Gubernamental para el Estudio del Envejecimiento de la Población, Juan Carlos Alfonso, ha asegurado que el cambio en los patrones de reproducción que se ha producido en la Isla en los últimos años marca un fuerte descenso de la natalidad y una clara tendencia al envejecimiento de la población. Una situación, no del todo deseable, que sería producto a la vez de la mejora en la educación de la mujer y su incorporación al mundo del trabajo y, también, de unas condiciones económicas generales que resultan demasiado propicias para que los cubanos medios piensen en tener hijos.

-¿Cómo están evolucionando en los últimos tiempos los índices de población y fecundidad que se registran en la mayor de las Antillas?

-La fecundidad ha descendido en Cuba en los últimos años y la tendencia actual sigue esa línea decreciente con una media por pareja menor a dos hijos. En nuestra opinión es preciso cambiar los patrones reproductivos actuales y volver a un promedio mínimo de dos vástagos por matrimonio. Esa sería la cifra óptima para la sustitución o el reemplazo poblacional, ya que cada pareja dejaría a dos personas en su lugar. Por supuesto que la población se lo piensa más que antes a la hora de traer al mundo una criatura porque existen dificultades en asuntos como la vivienda, la alimentación y el transporte que condicionan estos comportamientos. No se trata sólo de las mejoras en la educación y los avances hacia la igualdad de los hombres y mujeres que se han dado en Cuba en los últimos años, hay otros factores, como esos que he enumerado antes. Y también, por supuesto, el hecho de que con las mejoras educativas las mujeres tienen más opciones laborales porque se han formado como profesionales y han salido del hogar.

-¿Qué factores influyen más sobre esta caída de la natailidad que se ha producido?

-La dificil situación económica del país influye. Para las mujeres que desean tener hijos hay dificultades como la carencia de una casa independiente de la de su familia, en las que hoy viven varias generaciones juntas, por ejemplo. Esta situación condiciona, en parte, la actitud del cubano actual, reacia a multiplicarse en exceso, unido, además, a la posibilidad de poder decidir en qué momento de sus vidas pueden procrear y cuántos hijos tener. En el caso de las mujeres, además, la actual actitud también estaría marcada por la carga que llevan en las tareas hogareñas en una sociedad con actitudes machistas, y el peso en la atención a los adultos mayores. Y las cifras son apabullantes. En la década de los sesenta, en la Isla se registraban al año una media de 250.000 nacimientos y, sin embargo, el pasado año, sólo nacieron unos 110.000 bebés. Menos de la mitad. O sea que, con una mayor cantidad de población, en este país se registran menos nacimientos que en los años inmediatamente posteriores al triunfo de la Revolución en Cuba, cuando la tradición era tener entre cinco y seis hijos por cada matrimonio.

-¿Qué consecuencias puede tener esta tendencia al envejecimiento de la población?

-En el último siglo el número de cubanos que supera los sesenta años ha pasado de suponer un 5% de la población a un 16% y la baja natalidad actual indica que esos porcentajes van a segir aumentando. En ese mismo periodo el grupo de los jóvenes menores de 14 años ha bajado desde suponer un 36% del total de la población a un 19%. Pero la tendencia no se produce sólo en Cuba. Las estadísticas del Fondo de Población de Naciones Unidas señalan que hacia el 2050, en el mundo el número de personas con 60 años o más, que ahora se sitúa en 600 millones, llegará a los 2.000 millones. O lo que es lo mismo, una de cada cinco personas vivas estará en el segmento de la tercera edad. Volviendo a Cuba, si no cambian los patrones de reproducción, este fenómeno tendrá un impacto en la economía nacional, pues cada vez más individuos dependerán del sistema de seguridad social. En estos momentos se profundizan los estudios sobre el tema para diseñar estrategias públicas que permitan minimizar las consecuencias negativas para el desarrollo. Pero el envejecimiento es el resultado del desarrollo.

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