El ministro de Exteriores galo recibe en París a su homólogo cubano, Bruno Rodríguez

PARÍS HA SIDO la primera capital visitada por un representante del Gobierno cubano tras el anuncio de apertura de la negociación para conseguir un nuevo acuerdo con Cuba. PARÍS HA SIDO la primera capital visitada por un representante del Gobierno cubano tras el anuncio de apertura de la negociación para conseguir un nuevo acuerdo con Cuba. El pacto, que intentará acelerarse en la medida de lo posible, puede servir para paliar la pérdida de las preferencias arancelarias de las que Cuba gozaba en Europa, una vez que el país caribeño superó el límite de renta per cápita previsto en la legislación comunitaria para favorecer las exportaciones al Viejo Continente de las naciones más pobres. La medida, que perjudica a muchos productos clave para la economía isleña como el tabaco, podría haberse sorteado si La Habana hubiera planteado el inicio de las actuales negociaciones unos cuántos meses antes de que sucediera lo inevitable. Pero no lo hizo y ahora le toca correr. La disposición europea es buena. Y una prueba de ello es el hecho de que el actual canciller cubano, Bruno Rodríguez, haya visitado la capital francesa donde mantuvo un encuentro con el ministro de Exteriores galo, Laurent Fabius. Desde 2005 no se producía un encuentro de tanto calado. Para compensar, en el Ministerio francés se ha recibido también a Elizardo Sánchez, el ‘opositor‘ cubano más acreditado que anda de viaje por el territorio de la UE. Y que, al parecer, no tiene ningún problema para entrar y salir de la Isla. Algunos tiran de ironía y asegura que Elizardo es ‘otra‘ autoridad cubana. Un ‘opositor‘ oficial, tolerado y hasta ¿financiado? por el ‘castrismo‘. Pero son sólo especulaciones de lenguas viperinas, en realidad.

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