Carlos Lage Vicepresidente de Cuba

En declaraciones a Prensa Latina, el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, asegura que la participación de Bolivia en los acuerdos que cimentan el camino del ALBA, la alternativa de integración latinoamericana que impulsan estos dos países junto a Venezuela, concede aún más sentido al proyecto. Lage cree también que los frutos de esa colaboración ya aparecen y se verán reforzados a muy corto plazo gracias al rápido trabajo de los expertos que han identificado con precisión y velocidad, las áreas en las que la coordinación trinacional puede desarrollarse de un modo más productivo para todos. En declaraciones a Prensa Latina, el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, asegura que la participación de Bolivia en los acuerdos que cimentan el camino del ALBA, la alternativa de integración latinoamericana que impulsan estos dos países junto a Venezuela, concede aún más sentido al proyecto. Lage cree también que los frutos de esa colaboración ya aparecen y se verán reforzados a muy corto plazo gracias al rápido trabajo de los expertos que han identificado con precisión y velocidad, las áreas en las que la coordinación trinacional puede desarrollarse de un modo más productivo para todos.

-¿Cuál puede ser el papel que juege Bolivia en el mecanismo de integración de Latinoamérica que impulsan ahora Cuba y Venezuela?

-En mi opinión, los trascendentes acuerdos de colaboración con Bolivia recién firmados por Cuba y Venezuela, así como los programas que ya se han puesto en marcha, son, en realidad, sólo el comienzo del apoyo que se le va a concerder a corto, medio y largo plazo a Bolivia en el marco de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA). Y creo que la rápidez con la que se están desarrollando los asuntos pendientes es una buena muestra de que existe una intención política evidente de desarrollar los acuerdos. De hecho, desde la firma de los primeros convenios, que tuvo lugar el pasado 29 de abril en La Habana y en la que se contó con la participación de los máximos líderes de las tres naciones, se está avanzando de una manera rápida y concreta. Pero todavía estamos en el principio y es pronto para valorar cuál será el impacto final del acuerdo. Venezuela y Cuba habían iniciado ya programas bilaterales de cooperación con Bolivia y, en el caso nuestro, mucho antes de la toma de posesión de Evo Morales, cuando era presidente electo.

-¿Qué importancia tuvo el primer acercamiento entre Cuba y Bolivia para conseguir la firma de los acuerdos que se han concretado ahora?

-En aquella visita inicial a La Habana ya acordamos desarrollar en Bolivia un amplio programa de alfabetización, para el que el Gobierno boliviano ha podido contar desde el inicio con la asesoría de nuestros expertos y el apoyo material del país. También se decidió que Bolivia fuera una de las beneficiarias de la “Operación Milagro”, el programa médico que impulsa la Isla y cuyo eje principal es la atención oftalmológica gratuita a personas sin recursos de varias naciones latinoamericanas. Por eso creo que los antecedentes ya eran buenos y propiciaban que sólo 30 días después se haya podido celebrar este acto de nuevo impulso al ALBA, en el que he tenido el honor de representar a Cuba y estar junto a los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Bolivia, Evo Morales. Un encuentro que no ha consistido en simple simbolismo. Además se han concretado ya unos ocho acuerdos en varias esferas, fruto de una minuciosa labor trinacional de identificación de proyectos, análisis de factibilidad, impacto y otros detalles necesarios.

-¿Qué impresión ha recibido de su encuentro con Hugo Chávez y Evo Morales?

-Quiero subrayar primero que en mi estancia aquí he vuelto a comprobar las excelentes relaciones entre los pueblos y dirigentes de nuestros tres países y el amplio espíritu de cooperación que existe entre los responsables de los proyectos de colaboración. Además, tras participar en el acto masivo que se ha celebrado aquí en Bolivia y en el que he estado presente junto a Chávez y Morales, me sentí conmovido por las muestras de confianza, esperanza y el amplio respaldo popular que su pueblo concede al nuevo presidente de Bolivia en quien confían para la tarea de construir un nuevo país. Pude verlo al constatar la participación masiva de la población en nuestro recibimiento, a lo largo de los 21 kilómetros del camino que separa el aeropuerto de la localidad de Sinahota y en su presencia durante el acto que duró cerca de cinco horas. Allí además, pude percibir la profundidad de los discursos de los presidentes de Bolivia y Venezuela que tuvieron un gran contenido revolucionario que demostró que ambos líderes están comprometidos con sus pueblos y con la verdadera integración latinoamericana.

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