Crónicas habaneras

A pesar de una reducción notable de las gestiones que el ciudadano debe realizar ante la oficina municipal de la vivienda, cualquier trámite requiere de una ecuanimidad y paciencia de altos kilates. ‘Peloteo‘ en la municipalidad de la vivienda

A pesar de una reducción notable de las gestiones que el ciudadano debe realizar ante la oficina municipal de la vivienda, cualquier trámite requiere de una ecuanimidad y paciencia de altos kilates. Si usted es propietario y desea que algún familiar u otra persona venga a vivir a su casa, deberá presentar los siguientes documentos para un posible permiso según el Decreto 217/97: Escritura de consentimiento para residir, título de propiedad, último pago del inmueble o pago del impuesto fiscal, carné de Identidad y presencia física del propietario, 20 pesos en moneda nacional y dos sellos timbrados por valor de cinco pesos en moneda nacional. Otros avisos, llevan un tanto el sello del humor popular. “Para que sólo usted acuda al abogado de guardia en dos ocasiones, no más: es necesario que le exiga al abogado que plasme en una hoja todo lo orientado acreditando el nombre y apellido del abogado, fecha y firma. Esto posibilita la eliminación del peloteo”. El peloteo es tener a la persona de un lado a otro sin que al final solucione su caso.

Coches antiguos vetados

En diversas calles o avenidas que cruzan perpendicularmente la famosa Quinta Avenida, de Miramar, en la capital, el departamento de tránsito ha colocado avisos que prohíben la circulación de automóviles fabricados antes de 1960. “La Quinta” es considerada una vía rápida, con velocidades máximas de 80 kilómteros por hora.

Sorpresas en La Divina Pastora

En cuanto a valor paisajístico, probablemente no exista en toda la Isla un sitio que le supere. La Divina Pastora, de igual nombre que la batería de artillería allí emplazada en tiempos de la colonia, está situada a la entrada de la bahía habanera, en las faldas del siempre impresionante Castillo de los tres reyes Magos del Morro y la fortaleza de la Cabaña y es un restaurante especializado en pescados y mariscos. Pero la relación calidad-precio deja mucho que desear. Un filete de pargo, cortado al parecer con navaja de afeitar, factura 17 pesos convertibles, y si se trata de pagar con tarjeta, casi nunca funcionan las comunicaciones.

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