Contra todos los pronósticos, el cine cubano se fue casi en blanco en la premiación del 37 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, a pesar de que la isla llevó a esta edición un número de materiales muy superior al de años anteriores, y se tuvo que contentar con algún que otro Coral en documentales y animación. Contra todos los pronósticos, el cine cubano se fue casi en blanco en la premiación del 37 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, a pesar de que la isla llevó a esta edición un número de materiales muy superior al de años anteriores, y se tuvo que contentar con algún que otro Coral en documentales y animación.
Y no se trata de que el jurado le diera “la mala” a las producciones cubanas, pues el público, fiel seguidor de las cintas del país y su mejor crítico, se quedó con las ganas de ver algo que valiera la pena, y aunque las salas se llenaron, muchos salían con el comentario de que “se puede ver, pero yo esperaba otra cosa”.
Y con esos truenos, el premio de la popularidad, que confiere el público, también pasó de largo y fue a parar a la argentina “El clan”.
Como siempre, La Habana dejó casi todo a un lado durante más de 10 días para dedicarse a ver cine, y aunque las salas se colmaron, no se vio el desborde de otros años porque la lluvia aguó la fiesta durante varios días y solo dejó un respiro casi al final, cuando el jurado, encabezado por Geraldine Chaplin, sorprendió a todos con los corales para una serie de filmes, buenos, pero que no aparecían entre los favoritos, así como tampoco los actores y actrices que se llevaron a casa los premios de actuación.