15 de octubre de 2008

Los retrasos en los planes de Raúl Castro siguen acumulándose, y esta vez podrían poner en serio peligro el modelo empresarial impulsado desde hace años por el mandatario cubano, incluso antes de llegar al poder.

En un momento especialmente complicado para la Isla, algunos analistas comienzan a interpretar la reaparición de Fidel Castro en las decisiones políticas del Gobierno cubano, dejando en un segundo plano a su hermano y su oleada de “reformas”, que desde hace unos meses han sufrido un parón sin que nada más se vuelva a saber

A pesar de las innumerables “reformas” anunciadas por Raúl Castro desde que llegó al poder, la realidad diaria en Cuba sigue siendo la misma que hace dos años, mucho más dura tras el devastador paso de los huracanes.

Los problemas de abastecimiento a los que se enfrentan los cubanos en los mercados ha obligado a las autoridades de la Isla a aumentar la cartilla mensual de racionamiento para la población.

El Gobierno cubano ha comenzado a tomar medidas ante los efectos que la crisis económica global produzcan en el país, además perjudicado por el reciente paso de los huracanes, unas decisiones que no han debido sentar nada bien a los proveedores de la Isla.

Algunos socios de compañías cubanas, como la petrolera canadiense Pebercan, han acusado a la empresa estatal Cuba Petróleo (Cupet) de acumular retrasos en el pago de los servicios de suministro de crudo.

Cuba ha encontrado una nueva fórmula para atraer inversiones en complejos residenciales con campos de golf.

El presidente brasileño, Lula da Silva, ha vuelto a demostrar su apuesta por que Brasil se convierta en el principal socio de Cuba.

Cuba y la Unión Europea han restablecido la cooperación bilateral, tras levantar Bruselas de forma definitiva las sanciones impuestas en 2003. Este paso se formalizó durante una visita a la Isla del comisario europeo para el Desarrollo, Louis Michel, quien anunció el inmediato envío de dos millones de euros a la Isla.