Quienes tuvimos el privilegio de observar en un museo de la otrora Leningrado, hoy San Petersburgo, aquel minúsculo pedazo de pan ideado por Stalin e imprescindible en tamaño para sobrevivir durante el cerco fascista a esa ciudad rusa, quedamos más que convencidos del valor y respeto que merece tal alimento que una vez terminada la guerra alcanzó categoría de sagrado en toda Europa.
Varios grupos a las calles cubanas este 15 de noviembre
Tal vez por el aquello de que en boca cerrada no entran moscas, guasasas y mosquitos que abundan en estos días. Adivino múltiples razones. Y una de ellas pudiera ser evitar el clásico papelazo ante los lectores o algo más. Personalmente, no temo equivocarme. Es el precio que debemos pagar en esta profesión que a … Leer más