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Crónicas habaneras

El líder estudiantil cubano Hassan Pérez Casabona ha vuelto a ocupar espacio en los medios de comunicación, tras un año desaparecido de la vida política del país. Más concretamente, desde que le destituyeron como segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba. El regreso de Hassan

El líder estudiantil cubano Hassan Pérez Casabona ha vuelto a ocupar espacio en los medios de comunicación, tras un año desaparecido de la vida política del país. Más concretamente, desde que le destituyeron como segundo secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas de Cuba. El que siempre fue considerado como uno de los “talibanes” del régimen, reapareció hace un par de semanas en una fotografía en la que acompaña al grupo de personas que increpó de forma agresiva al marido de Joani Sánchez, el periodista Reinaldo Escobar. Pérez Casabona se ganó a pulso el título de talibán por la encendida retórica que empleaba en sus discursos, marcando parte importante de la llamada “Batalla de Ideas” en el país. El joven cobró notoriedad en el año 2000, bajo el paraguas de Fidel y la campaña que el líder revolucionario lanzó para conseguir el retorno a la Isla del niño balsero Elián González. Y, después de mucho tiempo de silencio, parece que su figura podría haber vuelto para cumplir con la función a la que siempre se dedicó: defender a capa y espada la dogmática línea del socialismo cubano. Y, si por él fuera, que a nadie se le ocurra salirse del guión previsto. Y mucho menos una bloggera que ha alcanzado más popularidad internacional que él en sus mejores tiempos.

Bombas de lluvia

Un grupo de científicos cubanos ha acudido a la llamada de Venezuela, para prestar su apoyo en un proyecto en el que Chávez ha puesto sus esperanzas para acabar con la dura sequía que afecta al país. Con equipos químicos y eléctricos llegados desde el país gobernado por Raúl Castro, el presidente venezolano quiere iniciar una particular “guerra en el aire”, bombardeando las nubes para provocar la lluvia. Aunque algunos analistas han comentado con cierta sorna que al mandatario le encantaría que este “ataque aéreo” se produjese en algún que otro país fronterizo, la tormenta se preparará para atender las necesidades de la represa del Guri, responsable del 75% de la electricidad que produce Venezuela. El objetivo es poner fin a los apagones, racionamientos de agua y de electricidad que este año han vuelto a ser portada de los principales medios locales y que han hecho caer la popularidad del mandatario. Unos apagones que, por cierto, también están siendo la principal preocupación del Gobierno cubano, que en los últimos meses ha iniciado una dura ofensiva por el ahorro energético.

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