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Crónicas habaneras

Una de las más deleznables manifestaciones del mercado negro y que no es otra que la de lucrar a costa de la escasez de medicinas, ha debido enfrentar un fuerte dispositivo policial en el que se vieron encausadas unas 300 personas bajo cargos de trasiego y venta ilícita. Los revendedores de medicamentos reciben un duro golpe

Una de las más deleznables manifestaciones del mercado negro y que no es otra que la de lucrar a costa de la escasez de medicinas, ha debido enfrentar un fuerte dispositivo policial en el que se vieron encausadas unas 300 personas bajo cargos de trasiego y venta ilícita. Sólo en una vivienda habanera, la policía contabilizó 44.504 tabletas. Durante la acción policial fueron ocupadas casi un millón de tabletas y 3.636 frascos de diversos medicamentos. En lo que va de año han sido procesados 309 casos con un total de 468 personas implicadas. La falta de fármacos es uno de los más acuciantes problemas para la ciudadanía, ocasión que aprovechan los traficantes con contactos en hospitales, farmacias y almacenes, y es consecuencia directa de la crisis económica por la que atraviesa la Isla, que se ha visto obligada a distribuir muchos medicamentos a través de un «tarjetón», una suerte de cartilla de abastecimiento. La información oficial recalca que en un «tiempo prudencial» esta situación sería normalizada.

No al matrimonio entre homosexuales

Pedro Meurice Estíu, arzobispo de Santiago de Cuba, se opuso en una encendida arenga de 40 minutos desde el púlpito del santuario a la Caridad del Cobre, al matrimonio entre personas del mismo sexo. «La familia»-dijo- «parte del matrimonio entre un macho y una hembra, del cual nace posteriormente la vida». En cuanto al tema de la adopción señaló que «ninguna madre que esté en sus cabales es capaz de entregar su hijo a este tipo de parejas». Monseñor, sin embargo, significó que ellos, los homosexuales, debían ser respetados como personas.

Taxi Habana-Miami

Una vez más, la ingeniosidad del cubano por vencer las 90 millas que separan Cuba de La Florida, EEUU, se ha puesto de manifiesto al preparar un viejo Mercury de 1948, embarcar a 13 pasajeros y ser detectados a sólo 20 millas de Cayo Hueso. Al cierre de esta edición, las autoridades norteamericanas habían permitido la entrada de sólo cuatro cubanos, señalando que el resto sería repatriado a la isla. El automóvil llevaba en el techo la clásica señalización de «taxi», lo que ha despertado en el humor callejero las más variadas anécdotas.aa

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