“Me voy a dar el gustazo, que una vez al año no hace daño” fue lo que casi inconscientemente pensó Carmen cuando vio una manito de plátanos ‘manzanos‘ bien maduros que en la misma esquina de su casa le ofrecía un vendedor en un carrito repleto de viandas, vegetales y frutas. NO CUADRA EL NÚMERO CON EL BILLETE
“Me voy a dar el gustazo, que una vez al año no hace daño” fue lo que casi inconscientemente pensó Carmen cuando vio una manito de plátanos ‘manzanos‘ bien maduros que en la misma esquina de su casa le ofrecía un vendedor en un carrito repleto de viandas, vegetales y frutas.
“¡Diez platanitos a cinco pesos na’más mi niña! ¡Llévatelos que se acaban!” era la oferta perentoria del hombre.
Y Carmen sucumbió. Pero la tentación era tanta que antes de llegar a la casa se había comido dos, y cuando llegó a la cocina comenzaba a degustar el tercero cuando casi se atraganta al escuchar por la radio que la producción agropecuaria del país aumentó de manera significativa en el primer semestre del año con respecto a igual etapa de 2013.
Y hablando sola, como las locas, porque no podía creer aquello, exclamó: “¡0 yo estoy en otro país o el descara’o ese me estafó!”.
Porque según la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) la producción agropecuaria en la etapa señalada aumento en 17,6%, mientras que la agricultura -sin incluir las parcelas y la caña de azúcar- se elevó en 25,6% y la ganadería en 8,4%.
La ONEI detalla que la cosecha de plátanos fue 44,7% superior y 21,8% más la de viandas, aunque las papas sufrieron una caída del 50,5%.
También las hortalizas fueron para arriba, sobre todo en tomates con 13,9%, cebolla 11,2 y pimiento 7,5, y ni hablar del maíz y los frijoles, que se elevaron en 66,9 y 54,5 %, respectivamente.
Y así otros renglones, aunque Carmen, ya a esas alturas, perdida entre tantos porcentajes, no escuchó el final de la nota, en la que se aclaraba que tales volúmenes todavía están por debajo de lo alcanzado en 2007 y que como es lógico, la oferta no cubre la demanda.
Al parecer, esos resultados obedecen a que a duras penas comienzan a dar resultados las medidas de liberalización en la agricultura aplicadas por el gobierno en los últimos años, desde la entrega de tierras estatales en usufructo a cooperativas y privados, hasta un más efectivo aseguramiento de insumos y mejores precios por las cosechas.
Pero como la oferta sigue por debajo de la demanda en un buen trecho, los precios siguen por las nubes de acuerdo con el poder adquisitivo del cubano promedio.
Por eso, en un último esfuerzo de raciocinio, Carmen trata de compaginar los porcentajes con la realidad.
Y saboreó su cuarto platanito, porque “el próximo no lo compro hasta nuevo aviso”.



