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Crónicas habaneras

La región occidental (Pinar del Río, La Habana y Ciudad de La Habana) se encontraban al cierre de esta edición con sólo el 25% de sus necesidades satisfechas de electricidad. OCCIDENTE AL 25% DE ELECTRICIDAD

La región occidental (Pinar del Río, La Habana y Ciudad de La Habana) se encontraban al cierre de esta edición con sólo el 25% de sus necesidades satisfechas de electricidad. Según un comunicado de prensa divulgado por la empresa estatal Unión Eléctrica, esta situación se debe a que en estos momentos solamente la termoeléctrica de El Mariel es la que está produciendo energía.

MUY SERIAS LAS AFECTACIONES DEL HURACÁN DENNIS

La cuarta tormenta tropical, transformada en huracán de fuerza 4 en la escala Saffir-Simpson, optó en su siniestra trayectoria por hacer un recorrido devastador por casi todas las 14 provincias que existen en Cuba. Sólo Pinar del Río y Holguín, que están enfrentando una dura y prolongada sequía y necesitan urgentemente agua para sus embalses, no fueron afectadas ni beneficiadas por el agua acumulada. La magnitud de los daños aún no se conoce con exactitud, pero no hay sector de la economía ni de la sociedad que no haya sido afectado. A un sistema eléctrico nacional, evaluado como obsoleto, el huracán Dennis lo perjudicó aún más al mantener hasta ahora la Isla dividada como consecuencia del derribo de numerosas torres conductoras. En lo que respecta a los ciudadanos, los daños causados en las viviendas han sido muy elevados. Un ejemplo es el poblado de Cayo Cruz, en el oriente insular, en el que de unas 130 viviendas, quedaron en pie nada más que diez, precisamente las que disponían como techo de la conocida placa. El saldo de muertes finalizó con 11, dato sorprendente a sabiendas del celo de las autoridades de la Defensa Civil en sus labores de evacuación que esta vez superó al millón y medio de personas. Los turistas extranjeros fueron evacuados a su debido tiempo de las instalaciones donde se encontraban alojados, las mismas que al paso del meteoro sufrieron serios percances por la fuerza del mar, la intensidad de las lluvias y rachas de vientos de 240 km por hora. Uns auténtica fortuna dentro de la desgracia nacional resultó que el huracán sólo rozara la capital, La Habana. De haber entrado en ella los efectos podrían haber sido devastadores debido al estado tan pésimo en el que se encuentran las casas y los edificios y al ineficiente sistema de drenaje de las aguas. En un siglo, este es el primer huracán que azota en julio, pues lo tradicional es que penetren en octubre.

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