Muy ocupados con el tema inflacionario y esos desorbitantes precios en la alimentación, además del sube y baja de euros y dólares en el mercado informal como para detenerse a pensar que el factor energético nos puede ocasionar un muy serio problema ante tantas averías y una tecnología, reconocida por los medios oficiales, como obsoleta a más no poder y donde resulta visible, palpable el esfuerzo de ingenieros y técnicos por evitar un colapso.
Nada, ante el mal tiempo, intentar poner buena cara. Como decía un amigo, somos de corcho, insumergibles.