En declaraciones a Prensa Latina, el ministro cubano de la Construcción, Fidel Figueroa, ha asegurado que las empresas dependientes de su departamento se encuentran inmersas en la actualidad en el desarrollo de muchos proyectos, en distintos sectores productivos, que deben tener un gran impacto social a medio plazo. En declaraciones a Prensa Latina, el ministro cubano de la Construcción, Fidel Figueroa, ha asegurado que las empresas dependientes de su departamento se encuentran inmersas en la actualidad en el desarrollo de muchos proyectos, en distintos sectores productivos, que deben tener un gran impacto social a medio plazo. Figueroa afirma también que desde su Ministerio se impulsa un proceso de mejora para aumentar la eficiencia y la producción. Además, explica que la resolución del déficit habitacional de Cuba, uno de los principales problemas del país, puede encontrar nuevos caminos gracias al aumento de la construcción de viviendas con piezas prefabricadas. En 2008, el sector tiene el compromiso de terminar 50.000 nuevas casas.
-¿Qué proyectos desarrolla en estos momentos el Ministerio de la Construcción?
-El sector de la construcción en la Isla está inmerso ahora en el desarrollo de los procesos de inversión previstos por el Gobierno para llevar a cabo trabajos que deben tener a medio plazo un gran impacto económico y social. En este sentido, se están desarrollando muchos programas que tendrán relevancia pronto. Por ejemplo, los relativos a la vivienda, el mantenimiento vial, la red hidráulica, la edificación o las obras turísticas en los principales polos. En nuestro Ministerio estamos trabajando, además, para asegurar el crecimiento sostenido de las construcciones, un proceso que debe estar acorde con el plan previsto para la economía nacional durante este ejercicio, en el que se mantiene como principio no comenzar una nueva obra sin los recursos materiales y financieros garantizados. Aunque es cierto que ahora tenemos que contar con la incidencia negativa de algunos factores externos como la subida del precio del petróleo, el cambio climático, la vinculación de los biocombustibles al encarecimiento de los alimentos, los altos precios de insumos, la globalización de los mercados y la pérdida de valor del dólar.
-¿En qué medida está involucrado el sector de la construcción en las mejoras de la productividad y la eficiencia que impulsa el Gobierno cubano?
-Estamos enfrascados en lograr aumentos significativos en nuestra eficiencia con la mejora de la organización, los plazos, la calidad y los costos, por medio del empleo eficiente y eficaz de los recursos y la introducción de tecnologías avanzadas. Para conseguirlo hemos implementado y desarrollado sistemas de gestión de la calidad con énfasis en el control, la fiscalización y la exigencia en cada etapa involucrada en el proceso constructivo. Una de las vertientes que pueden facilitar la consecución del objetivo es el fortalecimiento de la industria de materiales para repetir este año los logros de 2007, un ejercicio en que este sector elevó sus capacidades de producción un 37% en las ramas de cantera, hormigón y cerámicas blanca y roja. Por supuesto, hay otros ámbitos en los que profundizar que también son fundamentales. Como podría ser la formación del personal cualificado. Necesitamos ingenieros preparados, actualizados e informados con capacidad plena de ejercer, dominar las tecnologías punta y aplicar las innovaciones.
-¿Cuál es la estrategia que siguen para impulsar la construcción de viviendas?
-Cómo ya se hizo público en su momento, Cuba ha planificado para el presente ejercicio la construcción de 50.000 viviendas por diferentes vías constructivas. También se espera realizar labores de rehabilitación o conservación en otras 250.000. Además, la Isla incrementará en los próximos años la construcción de viviendas con piezas prefabricadas, gracias a la reactivación de industria que produce estos elementos. El país tiene capacidad ahora para edificar 4.000 casas al año con ese sistema, y con la puesta en marcha de las nuevas plantas previstas ese número se elevará a 14.000, en 2010. El Gobierno va a aprobar inversiones para la creación de unas 20 instalaciones de ese tipo cuya entrada en funcionamiento está prevista para la segunda mitad del próximo año. Algunas de estas plantas están paralizadas desde los noventa, por las limitaciones económicas y financieras que ha padecido el país. Pero ahora vamos a ejecutar un programa de reactivación, como parte del cual se montan equipos nuevos y también se recuperan otros. Un trabajo que nos permite unos ahorros de costes muy significativos.
