En declaraciones a Prensa Latina, Miguel Díaz-Canel, ministro de Educación Superior de Cuba, ha asegurado que el próximo curso, la Isla tendrá por primera vez en su historia un millón de graduados universitarios. En declaraciones a Prensa Latina, Miguel Díaz-Canel, ministro de Educación Superior de Cuba, ha asegurado que el próximo curso, la Isla tendrá por primera vez en su historia un millón de graduados universitarios. Para Díaz-Canel, la cifra ilustra el enorme esfuerzo realizado por la Revolución cubana en el sector durante los últimos 50 años en los que se ha pasado de tener tres centros de educación superior a los actuales 69 y de poco más de 25.000 titulados superiores a ese millón que está cerca. El ministro explica también que la estrategia actual en el diseño de los programas pasa por recuperar algunos sistemas de éxito demostrados y adaptarlos al presente.
-¿Dispone ya Cuba de un millón de graduados universitarios?
-Sí. Aunque lo cierto es que para que el número sea completamente redondo debe faltar todavía unos meses. La alcanzaremos el próximo curso. Entonces, sí que habremos llegado a completar nuestro primer millón de graduados universitarios en activo. El número tiene un valor histórico importante. Para llegar a la cifra del primer millón de graduados ha sido necesario realizar un gran esfuerzo que dice mucho de la voluntad de la Revolución y el potencial de recursos humanos que ha sido capaz de desarrollar el país en las últimas cinco décadas. En 1959, con sólo tres centros en los que era posible cursar estudios superiores teníamos sólo 25.000 titulados. Y ahora, cuando ya pensamos en delinear el mapa de ruta de la próxima década en la enseñanza superior, contamos con más de 989.900 licenciados. Y esas cifras son en sí mismas un reconocimiento a la obra revolucionaria y una realidad constante.
-¿Cuáles son los puntos estratégicos con los que se define el diseño del sistema educativo actual?
-El diseño de las estrategias educativas se encuentra en un momento en que Cuba está envuelta en un proceso que yo definiría como de rescate de las tradiciones pedagógicas. La realidad es que hemos transitado por el perfeccionamiento y ahora lo que queremos es intentar rescatar elementos que ya estaban antes en la cultura de la enseñanza superior cubana y atemperarlos al momento actual. Buscamos el rescate de lo mejor, de esa práctica pedagógica, científico-técnica, formativa y educativa de eficacia plenamente contrastada para atemperarla a los retos que tenemos en el escenario actual y conseguir que el proceso educativo sea capaz de asegurar la formación del profesional que necesita el país en este momento. Nos dirigimos a formar los profesionales que necesita el país, en las ramas del desarrollo que necesita el país, que sean profesionales integrales de su tiempo.
-¿Qué características fundamentales deben tener, en su opinión, los nuevos graduados cubanos?
-Los nuevos licenciados deben ser hombres con alta preparación ética y capaces de transformar y perfeccionar la sociedad. Entre otras cosas, porque la formación de los graduados universitarios y de todo el capital humano en el país es lo que ha permitido a la Revolución avanzar en múltiples terrenos como el económico o el científico. La educación superior cubana ha llegado a su mayoría de edad y ha conseguido ser respetada en el mundo entero por su modelo de formación integral humanista, científico-técnica y de alta profesionalidad. En definitiva, el próximo año académico, que se iniciará en septiembre mantendremos como prioridad el perfeccionamiento de la calidad de la enseñanza en las 69 universidades del país y fortaleceremos la gestión económico-financiera. Las universidades tienen que buscar cómo aportar valor a la economía territorial y a la del país.
