Las tensiones entre Washington y Caracas han vuelto a intensificarse tras el envío de buques y miles de soldados estadounidenses hacia aguas cercanas a Venezuela. En este contexto, Díaz-Canel manifestó su respaldo a Maduro y acusó a EEUU de atentar contra la integración regional. La crisis abre un nuevo capítulo en la disputa geopolítica en torno a la estabilidad del Caribe.
Cuba denuncia la amenaza a la “zona de paz”
En un mensaje en la red social X, Díaz-Canel alertó: “Alerta Latinoamérica. La avaricia imperial amenaza nuestra zona de paz, cuando enfila sus cañoneras contra la brava nación del Libertador Simón Bolívar y de Chávez, el indiscutible continuador del ideario bolivariano”.
El mandatario cubano insistió en que la ofensiva de Washington representa un riesgo directo para la estabilidad de la región y reiteró que Cuba se mantendrá junto a Venezuela frente a cualquier intento de injerencia.
La retórica de apoyo mutuo entre La Habana y Caracas se produce en un momento marcado por un fuerte despliegue militar estadounidense en aguas caribeñas.
Maduro advierte que Venezuela no se someterá a guerra psicológica, chantajes ni amenazas
Maduro llama a resistir y propone conferencia regional
Por su parte, Nicolás Maduro exhortó al pueblo venezolano a prepararse para enfrentar “lo que venga, cuándo venga y cómo venga”. A través de Telegram, recalcó que Venezuela es un país “de palabra, diálogo y de paz”, pero no cederá ante presiones de Washington.
El lunes, el presidente venezolano pidió a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) convocar de manera urgente una conferencia para defender la soberanía regional. Maduro recordó que en 2014 este bloque adoptó la declaración de América Latina y el Caribe como zona de paz, un principio que ahora considera amenazado.
La propuesta busca que la Celac asuma la conducción de un proceso de diálogo que garantice el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
EEUU despliega tropas y Caracas moviliza milicianos
El 19 de agosto, la Casa Blanca confirmó el despliegue de tres buques con 4.000 soldados en aguas del Caribe, cerca de Venezuela. Semanas antes, la fiscal general estadounidense, Pamela Bondi, había anunciado una recompensa de 50 millones de dólares por información que conduzca a la captura de Maduro, acusado de encabezar una organización criminal.
En respuesta, Caracas ordenó reforzar las fronteras y movilizar a sus milicianos para hacer frente a un posible intento de incursión. El Gobierno de Maduro sostiene que el objetivo real de EEUU es intervenir militarmente y desestabilizar la región.
La tensión actual coloca a América Latina y el Caribe en el centro de un pulso geopolítico con repercusiones para la seguridad continental.



