Muy pocos cubanos se enteraron del fallecimiento en un hospital de Miami de uno de los iconos de la música romántica en Cuba en la década de 1950, Olga Guillot, quien casi desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959, hizo sus maletas y partió para el extranjero en un periplo que primero la llevó a Venezuela, y finalmente a México donde vivió el resto de su vida, aunque hizo reiteradas apariciones en Miami, donde además de sus canciones, su abierta aversión al Gobierno socialista de Cuba le ganó simpatías y tribunas. Muy pocos cubanos se enteraron del fallecimiento en un hospital de Miami de uno de los iconos de la música romántica en Cuba en la década de 1950, Olga Guillot, quien casi desde el mismo triunfo de la Revolución en 1959, hizo sus maletas y partió para el extranjero en un periplo que primero la llevó a Venezuela, y finalmente a México donde vivió el resto de su vida, aunque hizo reiteradas apariciones en Miami, donde además de sus canciones, su abierta aversión al Gobierno socialista de Cuba le ganó simpatías y tribunas.
Al igual que la también fallecida Celia Cruz, en los últimos 50 años su música no se escuchaba en las emisoras de la Isla, sin embargo, mientras que Celia continuó siendo plenamente reconocida por los cubanos e incluso seguida por una gran parte de los jóvenes, la Guillot se convirtió en una total desconocida para casi todos aquellos que no llegan a los 50.
Quizá, porque su línea no era la estridente sonoridad de la rumba y las guarachas, sino la de los boleros amelcochados que interpretaba con singular carisma con su voz rasgada, «de gata», como decían muchos que se enamoraron al compás de letras antológicas como Miénteme, Tú me acostumbraste, La noche de anoche, y La gloria eres tú.
En la isla algunos, al enterarse por radio bemba del fallecimiento de la Guillot a los 78 años, suspiraron con nostalgia, mientras que otros muchos hurgaron vanamente en los recuerdos sin encontrar rastros de su voz, aunque se sepan de memoria en las voces de otros cantantes muchos de los boleros que ella interpretó magistralmente.
