Mientras la gestión comercial de las shoping parece congelada y mustia, las prácticas de la competencia en el emergente sector privado insuflan un nuevo aire al comercio en Cuba, para bien de los potenciales clientes y de los emprendedores con suficiente chispa para no dormirse en los laureles. Mientras la gestión comercial de las shoping parece congelada y mustia, las prácticas de la competencia en el emergente sector privado insuflan un nuevo aire al comercio en Cuba, para bien de los potenciales clientes y de los emprendedores con suficiente chispa para no dormirse en los laureles.
Un ejemplo son los vendedores de muebles apostados en las zonas comerciales, que atraen al cliente mostrándole álbumes con fotos a todo color de sus productos, anuncios de posibles rebajas, transporte gratuito hasta el domicilio, fabricación “a la medida” y lo más novedoso, la posibilidad de llevar “un regalo”.
Uno de esos emprendedores se anuncia como Yoan en las tarjetitas que reparte por toda la ciudad, en las que asegura que “si compras un juego de sala o de comedor, te regalamos una cama, un multimueble, o una mesa de computadora” además de ofrecer “calidad, seguridad y garantía”.
Ana y Gabriel, una joven pareja, son de los que han aprovechado la oportunidad. Pensaban comprar sus muebles en la shoping, pero a falta de ofertas y con calidades y precios similares, se enrumbaron hacia “un particular” que les puso en la sala de la casa un juego de sala y otro de comedor y “ganaron”, de paso, dos camas, que falta le hacían.
