LOS PRECIOS, PA’ ARRIBA Y LAS CRÓNICAS DIPLOMÁTICAS LOS PRECIOS, PA’ ARRIBA
«Este es el único país donde la oferta va por un lado, la demanda por otro y los precios por donde les da la gana». Con esa frase lapidaria, Rafael, un jubilado, saca sus propias conclusiones sobre la constante subida de precios de algunos productos, especialmente el de la carne de cerdo, que tanto en las carnicerías privadas, como en las estatales, hace rato pasó de los 30.00 CUP la libra (450 gramos).
«Y lo peor del caso, -continúa haciendo catarsis Rafael- es que la producción sigue aumentando, y eso se ve en el mercado, pero los carniceros, tan campantes…»
La opinión de Rafael la vino a corroborar la prensa, según la cual Cuba produjo 170 963 toneladas de carne de cerdo en 2014, 16 000 más que las previstas y superó lo programado para el primer trimestre del año. Además, En 2015 el país aspira a alcanzar 172 000 toneladas, según el director técnico del Grupo Empresarial Porcino, del Ministerio de la Agricultura, Carlos Ortiz.
Pero estos resultados no son limitantes para que los precios de la carne sigan aumentando: «Ya lo único que tú encuentras más caro que el puerco es la carne de res o el pescado de calidad, pero ese es más fácil salir a pescarlo que encontrarlo en las pescaderías», concluye Rafael.
LAS CRÓNICAS DIPLOMÁTICAS
La última fue la visita del presidente francés, pero estuvo precedido con muy pocos días, por los cancilleres de Japón y Holanda, empresarios británicos y de otras naciones. Para muchos se trata de otra consecuencia del anunciado restablecimiento de Relaciones entre Cuba y EEUU. «Todo el mundo sabe que si se arreglan las cosas con Estados Unidos las grandes empresas americanas van a llegar y plantar, así que muchos están corriendo para asegurar negocios», advierte Carlos. Y es secundado por Ernesto: «Los británicos en un par de días firmaron negocios por 400 millones de dólares, los franceses por el estilo, los holandeses también están amarrando cabos y hasta el canciller de Japón habló de un aporte financiero no reembolsable, y mira que a los narras esos les cuesta soltar la mano…»
Las más recientes declaraciones del presidente Raúl Castro de que las negociaciones «van bien», al mismo tiempo que advirtió de que «van a nuestro ritmo» para evitar errores y tropiezos, han dejado en algunos la sensación de un «sí pero no» que reconforta a los amantes de la cautela pero desespera a los que quieren cambios ya. Ante tal argumento, algunos consideran que si ese ritmo es el mismo que se ha seguido con las transformaciones económicas en el país, «la cosa va para las calendas griegas».
