Los pequeños hoteles siguen apareciendo en La Habana Vieja, cada uno con sus peculiaridades y su encanto, sobre todo para quienes prefieren, al visitar la capital, «andar La habana» por las callejuelas del Casco Histórico. Uno de ellos es el Conde de Villanueva, situado en la que fuera mansión de Claudio Martínez de Pinillos, Conde de Villanueva, al cual se debe la temprana presencia del ferrocarril en Cuba y la construcción hacia 1831 del acueducto Fernando VII. Los pequeños hoteles siguen apareciendo en La Habana Vieja, cada uno con sus peculiaridades y su encanto, sobre todo para quienes prefieren, al visitar la capital, «andar La habana» por las callejuelas del Casco Histórico. Uno de ellos es el Conde de Villanueva, situado en la que fuera mansión de Claudio Martínez de Pinillos, Conde de Villanueva, al cual se debe la temprana presencia del ferrocarril en Cuba y la construcción hacia 1831 del acueducto Fernando VII. Sobriedad e intimidad son cartas de triunfo de ese establecimiento, donde desde el primer encuentro con la familia anfitriona, el visitante tiene la posibilidad de contar con un servicio personalizado y preferencial. Concebido para los amantes de los habanos, cuenta con acogedoras habitaciones bautizadas con los nombres de famosas vegas cubanas, distribuidas alrededor del patio interior. Por ello no podía faltar allí una Casa del Habano, que con su aroma inconfundible ofrece puros de las mejores marcas que esperan para ser degustados en sus propios salones. Posee además el restaurante Vegas de Vueltabajo, la cafetería El Corojo, el salón desayunador Vegas de Vueltarriba y un Club de Fumadores. El Hotel Conde de Villanueva se ha convertido en uno de los sitios más visitados por los artistas y la intelectualidad cubana y extranjera, pues es sede de la Galería Julio Larramendi, que exhibe lo mejor del arte fotográfico y de otros géneros. El salón principal Paso Real de San Diego, con capacidad para 60 personas, acoge a los participantes de conferencias, cócteles y reuniones de negocios. Ubicado en la calle de los Mercaderes, sirve de escala a quienes se disponen a visitar la Plaza Vieja, y se encuentra muy cerca de la Lonja del Comercio, en la Plaza de San Francisco, y del Mesón de la Flota, especializado en la cocina española.
El conde de Villa Nueva
Radio Bemba