La noticia espabiló a Radio Bemba como la primera tacita de café de la mañana, al regarse el comentario que la empresa Nestlé venderá el “néctar de los dioses” de procedencia cubana en el mercado estadounidense, negocio al que sus directivos auguran prometedoras perspectivas. La noticia espabiló a Radio Bemba como la primera tacita de café de la mañana, al regarse el comentario que la empresa Nestlé venderá el “néctar de los dioses” de procedencia cubana en el mercado estadounidense, negocio al que sus directivos auguran prometedoras perspectivas.
La venta de café cosechado por los productores privados cubanos –no de las empresas estatales- es uno de los resquicios abiertos al embargo estadounidense, aunque en la isla muchos se preguntan “cómo será el manejo” para lograr que el grano llegue al mercado estadounidense salvando todos los obstáculos que aún perduran.
Pero lo que más preocupa a muchos es que, si el negocio prospera, la limitada producción nacional vaya a parar al Norte y en el país se dispare el precio, sobre todo en el mercado clandestino, por lo que algunos dicen que “dentro de poco no vamos a sentir ni el aroma”.
El café cubano es excelente, pero para satisfacer el mercado local el Estado lo exporta y adquiere otro más barato y aun así debe dedicar millones extra para cubrir una demanda que sobrepasa en un 40%el consumo mundial promedio, y aunque hay planes para reanimar la producción pasarán años antes de alcanzar las cifras históricas.
