Los comentarios en Radio bemba se han regado como la pólvora y con opiniones para todos los gustos, porque resulta que La Habana acaba de ser seleccionada entre las 14 finalistas del concurso New 7 Wonders Cities, y todo indica que está “a un tilín” de figurar entre las siete ciudades maravillas del planeta, que se conocerán en noviembre. Los comentarios en Radio bemba se han regado como la pólvora y con opiniones para todos los gustos, porque resulta que La Habana acaba de ser seleccionada entre las 14 finalistas del concurso New 7 Wonders Cities, y todo indica que está “a un tilín” de figurar entre las siete ciudades maravillas del planeta, que se conocerán en noviembre.
“Eso debe ser un chiste ¿No?” fue el escueto comentario de Migdalia, una maestra de primaria, cuando leyó en el diario Granma la noticia de la controvertida selección.
“La verdad es que yo no sé cuáles son los requisitos que se piden para elegir a esas ciudades maravillas, porque La Habana se está cayendo a pedazos” se pregunta Ernesto, un estudiante universitario de Ciencias Jurídicas.
“A mí lo que me maravilla es que la hayan seleccionado entre cientos de candidatas. Será porque premiarán a la ciudad con más baches en las calles y aceras rotas por kilómetro cuadrado. Entonces sí que nos llevamos el premio seguro” argumenta Esteban, un jubilado que, según dice, cuando va a hacer cada día los ejercicios en el club de abuelos “no sabe por dónde caminar para no caerse en un hueco”. “El que hizo esa selección no ha pasado más allá de Quinta Avenida y el Meliá Cohiba, porque si se mete en el corazón de Centro Habana y ve los edificios apuntalados sale corriendo” dice Carmenchu, una mulata vendedora de todo un poco.
El caso es que la capital cubana pasó a la última fase de la competencia organizada por la fundación suiza New7Wonders, y compite nada menos que con Barcelona (España), Beirut (Líbano), Chicago (Estados Unidos), Doha (Qatar), Durban (Sudáfrica), Kuala Lumpur (Malaysia), La Paz (Bolivia), Londres (Reino Unido), Ciudad de México, Perth (Australia), Quito (Ecuador), Reykjavik (Islandia) y Vigan (Filipinas) y de esa lista saldrán las siete maravillas.
Bernard Weber, fundador y presidente de la institución organizadora, advirtió que estas ciudades llaman la atención por su diversidad, destacable en términos de geografía regional y cultura urbana.
Y si de eso se trata, pues La Habana, más allá de sus calles sucias y llenas de baches, fachadas despintadas, aceras rotas, edificios ruinosos, salideros de aguas albañales o potables y otros muchos detalles nada atractivos, tiene de sobra en cuanto a diversidad geográfica y urbana.
Pero recorrer La Habana es vivir la historia de la ciudad contada por sus barrios, adivinar los momentos de surgimiento, esplendor y decadencia de cada uno y percibir, incluso, hacia donde ha ido moviéndose la urbe en el transcurso de los siglos, desde que se fundó, bajo una ceiba, a pocos cientos de metros de la bahía.
Ciertamente, aunque el asombro ha sido general, en el fondo todos se alegran de la selección porque, como afirma Emilia, profesora de Historia, “La Habana sigue siendo La Habana, a pesar de todo lo que hacemos los habaneros por destruirla”.
Y lo mejor del caso es que no se puede hablar de que haya habido trampa, al menos en la selección de la capital cubana, pues el proceso de votación ha sido online desde que comenzó en 2012 con más de 1.200 nominaciones de ciudades de todo el mundo, y en un país donde acceder a Internet es casi una misión imposible es poco probable pensar en una «maraña» de las autoridades para anotarse el premio.
