Sin que nadie lo esperara, el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, reapareció en público por primera vez después de casi cuatro años, cuando se vio imposibilitado de continuar al frente de los destinos del país debido a una gravísima dolencia intestinal que lo llevó al borde de la muerte y de la que se fue recuperando a duras penas. Sin que nadie lo esperara, el líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, reapareció en público por primera vez después de casi cuatro años, cuando se vio imposibilitado de continuar al frente de los destinos del país debido a una gravísima dolencia intestinal que lo llevó al borde de la muerte y de la que se fue recuperando a duras penas.
En menos de una semana, Fidel, como sencillamente lo nombran los cubanos, visitó el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNIC), una de las más importantes instituciones de su tipo en la Isla, donde compartió con sus directivos y, según las informaciones oficiales, fue recibido espontánea y jubilosamente por los trabajadores del centro, quienes no lo esperaban.
Pero el lunes último el «máximo líder» volvió a la carga, esta vez en el espacio que ocupa el programa ‘Mesa Redonda’, aunque fue más bien una entrevista llevada por el conductor de ese espacio, Randy Alonso, en la cual Castro habló durante buen rato sobre un tema recurrente en sus últimas reflexiones, las actuales crisis de Irán y Corea, que a juicio del político cubano pueden desembocar en una conflagración apocalíptica.
Para quienes se sentaron ante los televisores, lo más importante no eran tales temas, sino ver al Comandante.
Todos pudieron apreciar a un Fidel Castro con muy buen color y mucho más repuesto que en las imágenes en las que aparece ocasionalmente cuando es visitado por algún jefe de Estado de paso por la Isla.
Enfundado en una camisa de cuadros oscuros y una chaqueta deportiva gris acero, Fidel Castro hizo gala, como siempre, de sus conocimientos de los entretelones de la política internacional y una vez más no desperdició el momento para criticar las acciones del Gobierno de Estados Unidos, su enemigo histórico.
A punto de cumplir los 84 años en agosto próximo, demostró igualmente claridad mental, aunque con un hablar más pausado, ya lejano a la impetuosidad que lo caracterizó tiempo atrás.
Algunos suspicaces llamaron la atención de que la primera aparición de Fidel ocurriera, coincidentemente con la liberación masiva de presos acordada por el presidente Raúl Castro en diálogo con la Iglesia católica y las autoridades españolas, pero otros advierten que el Comandante parece estar más ocupado en los temas internacionales y que los asuntos domésticos son manejados, con independencia, por su hermano.
