En Cuba con el tema de los ciclones pasa lo mismo que con el béisbol, se convierten en centro de comentarios, conversaciones y hasta discusiones en cuanto comienza la temporada. En Cuba con el tema de los ciclones pasa lo mismo que con el béisbol, se convierten en centro de comentarios, conversaciones y hasta discusiones en cuanto comienza la temporada.
A estas alturas la de 2012 está a las puertas y Radio Bemba anda contenta, o más bien aliviada, desde que José Rubiera, director del Instituto Nacional de Meteorología, más conocido como el hombre del tiempo por quienes lo esperan cada noche en el noticiero de televisión, anunció en el diario Granma que esta temporada se moverá entre «normal y poco activa», con lo cual se pronostica la formación de unas 10 tormentas tropicales y huracanes en todo el Atlántico norte, y en el caso del Caribe, donde está Cuba, se espera la formación de uno solo o que llegue hasta aquí uno solo de los que se originen en el Atlántico.
Pero como para poner la cura antes de que salga el grano y evitar que le digan director del Instituto de «Mentirología» como en otras ocasiones, Rubiera advirtió que eso no quiere decir que los ciclones no vayan a pasar por la isla, pues el rumbo que tomarán no lo sabe ni el médico chino.
De todas formas, mientras en Radio bemba unos dicen que hay que prepararse porque el verano vienen «en candela» después de un invierno que nunca fue, otros cruzan los dedos y apuestan para que este año ocurra lo mismo que en 2009, 2010 y 2011, cuando los huracanes pasaron por arriba y por debajo pero bien lejos, y solo dejaron lluvias, que siempre son bienvenidas.
Y todo el mundo se eriza al recordar el 2008, cuando uno tras otro, bien pegaditos, pasaron por la isla tres huracanes que no dejaron títere con cabeza.
