Como nueva medida a favor del ahorro de energía, las autoridades sacarán al mercado durante lo que resta del año unas 284.000 cocinas de inducción acompañadas de un set mínimo, presentadas como más eficientes y de mejor calidad que las vendidas durante la denominada Revolución energética impulsada hace unos años. Como nueva medida a favor del ahorro de energía, las autoridades sacarán al mercado durante lo que resta del año unas 284.000 cocinas de inducción acompañadas de un set mínimo, presentadas como más eficientes y de mejor calidad que las vendidas durante la denominada Revolución energética impulsada hace unos años.
Pero también resultan más caras que sus predecesoras -500.00 CUP el módulo completo, poco más de 20 CUC- una ganga a la vista de cualquiera menos de los cubanos, y sobre todo de aquellos a quienes supuestamente van dirigidas en una primera etapa, los que todavía cocinan con leña o keroseno, sin dudas las familias más pobres.
La venta se inició por las provincias donde con más frecuencia de preparan los alimentos con esos combustibles, y próximamente, dicen, se extenderá al resto del país.
Entre los necesitados, hay quienes afirman que si adquieren esos equipos, tendrán que dejar de comer durante un mes, aun cuando pueden recurrir a créditos bancarios, mientras otros alertan a las autoridades para que “pongan la curita antes de la herida”, no vaya a ser que los revendedores las acaparen y luego las vendan al doble o el triple de su precio, como ocurre con demasiada frecuencia con casi todo, o incluso en las provincias donde aún no se venden pueden encontrar compradores fácilmente.