El retorno de Abel Prieto a la jefatura del Ministerio de Cultura, luego de dos años trabajando muy cerca del presidente Raúl Castro como asesor para esos temas, ha despertado inusuales comentarios favorables a nivel de Radio Bemba. El retorno de Abel Prieto a la jefatura del Ministerio de Cultura, luego de dos años trabajando muy cerca del presidente Raúl Castro como asesor para esos temas, ha despertado inusuales comentarios favorables a nivel de Radio Bemba.
Tras la destitución del ministro Julián González por el Consejo de Estado, a sugerencia del propio Raúl, el retorno de Prieto, aunque con carácter de “provisionalidad”, ha despertado las simpatías del mundillo intelectual y artístico y aún más allá.
Los calificativos abundan, pues se dice de él que es “inteligente”, que es “un valioso escritor”, que es “respetado por todos” en un ambiente donde, como el intelectual, florece la envidia con demasiada frecuencia, y que “habla sin tapujos y se para bonito delante de quien sea”, en alusión a que no teme expresar sus ideas y, si es necesario, disentir, incluso, de la máxima dirigencia del país.
Pero que el propio Raúl Castro haya propuesto su retorno al medio, indica además que es un dirigente de la mayor confianza dentro del Partido Comunista y el Gobierno.
Algunos llegan a considerarlo “el mejor ministro que hemos tenido”, lo cual acentúa el contraste con su predecesor, que tras dos años al frente del ministerio seguía siendo un desconocido para muchos, que le endilgan una cualidad negra: “ni pinta ni da color”.
